La soberana asume su papel destacando que la edad no es un obstáculo para cumplir los sueños y que el Carnaval es la mejor prueba de que todos tienen un lugar en la fiesta.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
El Carnaval ya se respira en cada rincón de Barranquilla. Los barrios ensayan sus danzas, los tambores comienzan a marcar el ritmo y la ciudad entera se prepara para vivir su fiesta cultural más grande.
En medio de esa anticipación, se conoció la designación de María Alejandra Márquez como Señora Reina del Carnaval 2026, quien llega para demostrar que los sueños no entienden de edades y que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para cumplirlos.
María Alejandra Márquez nació en Ocaña, Norte de Santander, pero el destino la llevó desde muy pequeña a la tierra que hoy la celebra. Barranquilla se convirtió en su escenario de vida, aquí vivió sus años más importantes, estudió Comunicación Social en la Universidad del Norte y formó su hogar, del que nacieron sus dos hijas, Sofía del Mar y María Luna, barranquilleras de corazón.
A los 31 años, con una trayectoria personal y profesional marcada por la entrega y la constancia, asume ahora el reto de representar al Carnaval desde un papel que parecía lejano, pero que hoy cobra toda su vigencia.
En entrevista con Diario LA LIBERTAD, Márquez compartió que ser reina del Carnaval fue siempre un anhelo presente en su infancia. Como sucede con muchas niñas y jóvenes que crecen respirando la tradición, soñaba con portar la corona, bailar cumbia en la Vía 40 y sentir el aplauso de la ciudad.
Sin embargo, la vida tomó otro rumbo; se casó a los 21 años y se convirtió en madre muy joven, por lo que la ilusión de ser reina quedó dormida, como una página que parecía ya escrita para ella.
La figura que rescató un sueño
El Carnaval, históricamente, había reservado el protagonismo de sus reinas a mujeres en sus veintes. La transición era casi automática, reinados infantiles, luego las jóvenes reinas, y de ahí un salto directo hacia roles más simbólicos en edades mayores.
Entre medio, un vacío. Fue entonces cuando la Fundación Arte sin Límites decidió rescatar un espacio perdido, creando la Señora Reina del Carnaval, una figura que permite reivindicar a quienes, como María Alejandra, aún conservan intacta la ilusión de portar la corona.
La llamada del director de la fundación, fue el puente a esa realidad. “Me dijeron que querían que yo fuera la Señora Reina del Carnaval y no lo dudé. Era la forma de retomar un sueño de infancia, pero desde mi momento de vida actual, y eso es lo más bello, demostrar que nunca es tarde para soñar”, explicó Márquez con emoción.
Un reinado con propósito
Más allá de la alegría personal, su designación lleva consigo el compromiso de ser voz de esperanza. Para este 2026, Márquez se ha propuesto acompañar a las madres cabeza de hogar, mujeres que, como ella, enfrentan el desafío de equilibrar sueños, responsabilidades y realidades duras.
“Queremos que ellas sepan que sí es posible transformar sus vidas, que se vale soñar, que la edad, el estrato o la situación no definen lo que pueden lograr”, expresó.
Su lema, “Con Ale todo se vale”, resume esa visión integradora, pues esa premisa, busca que nadie se sienta excluido del Carnaval, desde niños con condiciones especiales hasta miembros de la comunidad Lgbti, pasando por familias tradicionales y artistas populares.
“El Carnaval es para todos, no pertenece a unos pocos apellidos ni a ciertas élites. Es patrimonio vivo de la ciudad y todos debemos ser parte de él”, afirma convencida.
El calendario de su reinado ya comienza a escribirse. El próximo 21 de septiembre recibirá el decreto oficial en el busto de Enrique Salcedo, en el bulevar de Simón Bolívar. Luego, el 4 de octubre, la Reina del Carnaval de Barranquilla 2026, Michelle Char, le impondrá la banda que oficializa su rol en la fiesta.
Posteriormente se vinculará de manera oficial a la agenda carnavalera, que incluye actos sociales, actividades culturales y recorridos, entre otros espacios tradicionales de la celebración.
Una de las citas que más la emocionan son los desfiles de la Vía 40, donde planea deslumbrar con su ritmo favorito, la cumbia. Y es que para ella esta danza es la expresión de la feminidad y la elegancia de la mujer barranquillera, por ello, se prepara intensamente junto a la Cumbiamba La Revoltosa, con quienes trabaja para dejar huella en cada presentación.
Madre, reina y ejemplo
El reto no es menor. Ser madre de dos niñas y, al mismo tiempo, llevar la agenda de una reina del Carnaval, exige equilibrio, pero para María Alejandra ha sido una oportunidad para integrar su vida personal con su sueño.
“Mis hijas son parte de este proceso. Ellas están felices de ver a mamá cumplir un anhelo y también aprenden que todo es posible con disciplina y amor”, asegura.
En ese sentido, su reinado se convierte también en un ejemplo para las nuevas generaciones y un espejo en el que las mujeres, sin importar su edad o situación, pueden mirarse.
El Carnaval 2026 tendrá en María Alejandra Márquez a una representante que no solo bailará y sonreirá, sino que transmitirá una historia que nos recuerda que los sueños nunca mueren y que cada meta encuentra su momento.