El mundo del cine despide a Robert Redford, actor, director y pionero del cine independiente, y quien falleció este martes a los 89 años en su residencia de Sundance, en las montañas de Utah.
Según informó su representante, Cindi Berger, el artista murió mientras dormía, rodeado de sus seres queridos, en el lugar que él mismo convirtió en un refugio para el arte y la naturaleza.
Nacido en 1936 en Santa Mónica, California, Redford fue mucho más que una estrella de Hollywood. Su presencia marcó generaciones enteras, tanto en la gran pantalla como detrás de cámaras.
Alcanzó la cima como actor en la década de los sesenta y setenta, gracias a películas que hoy forman parte de la memoria cinematográfica: ‘Butch Cassidy and the Sundance Kid’ (1969), ‘The Sting’ (1973), ‘The Great Gatsby’ (1974), ‘All the President’s Men’ (1976), ‘Barefoot in the Park’ (1967) y ‘Out of África’ (1985), esta última junto a Meryl Streep.
Su talento también brilló en la dirección. En 1980 ganó el Oscar a Mejor Director por ‘Ordinary People’, un drama familiar que consolidó su prestigio artístico. A lo largo de su carrera estuvo nominado en varias ocasiones, siempre destacando por su compromiso con proyectos de calidad.
Sin embargo, su huella más profunda quizá no esté en los premios, sino en el impulso que le dio al cine independiente. Con la creación del Festival de Sundance, Redford abrió un espacio para que nuevas voces encontraran visibilidad y reconocimiento, cambiando para siempre el panorama de la industria cinematográfica.
La noticia de su fallecimiento ha provocado conmoción en el mundo cultural. Su representante destacó que la familia pide privacidad en este momento, aunque es indudable que su legado permanecerá vivo en las películas, en Sundance y en la memoria de quienes crecieron admirando su carisma.
