Los barrios Santo Domingo, Kennedy y Sicarare llevan más de 45 días sufriendo cortes de energía sin previo aviso. Habitantes reclaman atención urgente y respeto por parte de la empresa prestadora del servicio.
Valledupar, Cesar – En los barrios populares de Valledupar, cada caída de la noche es sinónimo de incertidumbre. Desde hace más de mes y medio, los habitantes de Santo Domingo, Kennedy y Sicarare enfrentan apagones constantes que ocurren a cualquier hora del día y sin explicación alguna.
“No sabemos qué está pasando ni por qué. Se nos dañó un televisor, y todos los electrodomésticos están en riesgo”, cuenta Ricardo Ospino, vecino del sector Kennedy. Según él, los cortes de luz han ocurrido todos los días de la semana, incluso en la madrugada.
Pero la afectación va más allá de lo económico. Ospino narra el drama que vive su familia por culpa de estas fallas. Su suegro, una persona con movilidad reducida, depende de un ventilador para soportar el calor de Valledupar. “Mi esposa tiene que abanicarlo con un cartón porque no hay energía. Esto es inhumano”, denuncia.
Los vecinos aseguran que más de 100 familias y varios negocios del sector se ven afectados. Algunos comerciantes han tenido que cerrar temprano, mientras que otros temen perder mercancía por la falta de refrigeración.
Intentos por comunicarse con la empresa Afinia, encargada del servicio eléctrico en la región, han sido infructuosos. “Llamamos y no contestan, o nos dicen que están revisando. Pero esto ya se volvió un abuso”, aseguran residentes.
Molesto por la situación, Ospino anunció que interpondrá una queja formal ante la Superintendencia de Industria y Comercio si la empresa no ofrece soluciones inmediatas.
“Lo mínimo que uno espera es respeto. Que informen, que se comuniquen. No podemos seguir así, con adultos mayores y niños afectados, con calor extremo y sin explicación alguna.”
La comunidad exige al gerente de Afinia en Valledupar un pronunciamiento oficial y acciones concretas para restablecer la normalidad del servicio y reparar los daños causados.
Mientras tanto, en estos barrios solo queda la esperanza de que el próximo apagón no sea tan largo… o que, al menos, alguien les diga por qué están a oscuras.