Una batalla que parecía desigual terminó con un mensaje contundente de la justicia: la transparencia no es negociable. En un fallo de segunda instancia, la autoridad judicial ratificó la sentencia que obliga al Concejo Municipal de Remolino a abrir sus puertas a la ciudadanía y cumplir con los principios de publicidad y participación consagrados en la Constitución.
El tribunal rechazó la apelación interpuesta por los concejales e indicó que el Concejo deberá implementar medidas inmediatas y permanentes para garantizar el acceso de los ciudadanos a su gestión.
Estas son las obligaciones impuestas por el fallo:
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Transmitir en vivo todas las sesiones del Concejo, garantizando que cualquier ciudadano pueda seguir las decisiones en tiempo real.
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Publicar de forma clara y oportuna los cronogramas y actas oficiales de cada sesión.
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Diseñar e implementar un plan integral de transparencia, que permita hacer seguimiento al cumplimiento de sus funciones públicas.
Este fallo marca un precedente no solo para Remolino, sino para todo el país: la ciudadanía organizada, respaldada por la ley, puede enfrentar y vencer la opacidad institucional.
“Ya no hay excusas ni puertas cerradas. La comunidad podrá ver, preguntar y exigir. Hoy gana la democracia, hoy gana Remolino”, expresó uno de los líderes ciudadanos que impulsó la tutela.
Este pronunciamiento judicial pone fin a una etapa de secretismo y abre paso a una nueva era de gobierno abierto, donde el poder local será observado y acompañado por quienes más importan: los ciudadanos.