La senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, volvió a ser protagonista de la agenda política tras ser señalada recientemente por María Claudia Tarazona, viuda del senador Miguel Uribe Turbay, quien la acusó de una supuesta amenaza verbal ocurrida en el Congreso. No obstante, la versión de Cabal —clara, firme y sin titubeos— ha sido respaldada por numerosos sectores ciudadanos que cuestionan la actitud selectiva de Tarazona frente a otras figuras del partido, como Paloma Valencia.
“Jamás amenacé ni insinué nada indebido. Llevaba un micrófono como siempre, porque trabajo todos los días con medios. Lo que se diga de mí debe tener pruebas, no suposiciones ni estrategias políticas de división”, afirmó Cabal, rechazando cualquier intención oculta.
¿Tarazona con favoritismos dentro del partido?
El episodio ha generado preguntas dentro y fuera del Centro Democrático: ¿por qué María Claudia Tarazona ha lanzado estos señalamientos directamente contra María Fernanda Cabal y no contra otros líderes visibles como Paloma Valencia, con quien ha mostrado cercanía?
Para varios analistas y militantes, es evidente que se están tejiendo nuevos cuadros políticos internos, tal vez con miras a futuras candidaturas, donde sectores cercanos a Tarazona buscan inclinar la balanza en favor de Valencia. “Este tipo de ataques no son casualidad. Quieren debilitar a quienes representan una voz incómoda pero firme, como María Fernanda Cabal, para abrirle camino a otros”, aseguró un militante del partido bajo reserva.
Apoyo ciudadano a Cabal
Las redes sociales también han sido escenario de respaldo. Frases como:
“Tarazona no divida el partido. Su suegro jamás será presidente. Necesitamos unión, creímos en su esposo, pero la desgracia llegó. Ahora es seguir adelante para sacar el país de este caos” …reflejan el sentir de una base que exige coherencia y unidad partidaria frente a los desafíos nacionales, y que valora la contundencia y carácter de Cabal como pieza clave en la oposición.
La senadora, por su parte, sigue trabajando desde el Congreso con una agenda clara, sin entrar en juegos de poder internos, y reiterando que la transparencia, la lealtad y la firmeza son sus banderas.