- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender el debate nacional sobre la violencia política al señalar directamente a la izquierda como responsable de estos hechos, luego del asesinato del activista conservador Charlie Kirk.
Desde Nueva Jersey, antes de regresar a Washington, Trump afirmó que “el problema está en la izquierda, no en la derecha”, y acusó a sectores progresistas de promover disturbios, quemar banderas estadounidenses y lanzar mensajes en contra del país.
Kirk, de 31 años y reconocido aliado del mandatario, murió el pasado miércoles tras recibir un disparo en el cuello mientras participaba en un debate en la Universidad Utah Valley, ante miles de asistentes. Por el crimen fue arrestado Tyler Robinson, un joven de 22 años, a quien las autoridades señalan como el presunto atacante. En los casquillos encontrados había mensajes con referencias antifascistas y a videojuegos, lo que alimenta la hipótesis de una motivación ideológica.
El caso se suma a otros episodios recientes que han sacudido a la política estadounidense, como el asesinato de la congresista demócrata Melissa Hortman y de su esposo, hallados muertos a tiros en su casa en junio.
La escalada de violencia ha encendido alarmas en ambos partidos y pone sobre la mesa la necesidad de medidas urgentes para frenar una confrontación política que amenaza con desbordar las instituciones del país.
