Un impresionante tornado irrumpió en la localidad de San Ángel, causando la destrucción total de las corralejas locales, una estructura utilizada para eventos que involucran toros y caballos.
El fenómeno natural, que tomó por sorpresa a los asistentes, generó momentos de pánico, obligando a los presentes a huir despavoridos en busca de refugio.
Milagrosamente, el evento no dejó víctimas humanas, pero lo más destacado fue la liberación de toros y caballos que, según reportes, eran utilizados en condiciones cuestionables para el entretenimiento de algunos asistentes.
Los animales, que quedaron libres tras el colapso de las instalaciones, escaparon ilesos, lo que muchos han interpretado como un acto de justicia natural.
Testigos describen el tornado como un espectáculo imponente y aterrador, con vientos que destrozaron en minutos las estructuras de madera y metal.