Por: Álvaro Cotes Córdoba
Llegan a la emergencia de una clínica de la ciudad tres personas, dos hombres y una mujer, con lesiones leves y hematomas en sus rostros y cueros cabelludos, luego de que resultaron afectadas por un accidente motociclístico en el centro de la urbe de la capital del departamento del Atlántico. El médico de turno, un veterano a punto de jubilarse, cuando empezó a valorar a los nuevos pacientes e interesado por saber cómo había ocurrido el accidente, les interrogó, mientras revisaba a los lesionados, acostados cada uno en sendas camillas.
— ¿Los tres iban en una moto? — preguntó a todos, para que alguno respondiera.
— No — contestó uno de los hombres heridos — Yo iba solo en mi moto — confirmó.
— ¿Ah, entonces tú los atropellastes? — volvió a preguntar el galeno.
— Tampoco — respondió el mismo paciente.
— ¿O sea, ellos iban en otra moto y se chocaron contigo? — insistió el facultativo en conocer.
— Tampoco — dijo la mujer en otra camilla y añadió:
— En realidad, nosotros no chocamos contra nadie — manifestó la femenina, una joven, por cierto muy linda, con unos cabellos y un peinado parecido a los de Shakira después de haber conquistado varios grammys.
El profesional de la medicina se quedó un poco confundido, pero insatisfecho y por eso volvió a interrogarlos. Pero antes de hacerlo, ingresaron a la emergencia dos policías, preguntando si podían hablar con los heridos que acababan de ingresar. Pero el doctor, no mirándolos a través de los lentes que llevaba puestos, prácticamente sobre su naríz, sino por el espacio vacío entre ellos y sus ojos color marrones claros, les propuso:
— ¡Esperen un momento y termino de examinarlos!
—- Ok doctor, nosotros esperamos — dijo uno de los uniformados.
Al cabo de unos veinte minutos, el médico les abrió paso a los agentes del órden, para que se entrevistaran con los pacientes sin dejarlos solos, pues todavía tenía la intriga de saber cómo había sucedido el accidente motociclístico. Y lo que escuchó después, cuando las víctimas le contaban a los uniformados con lujo de detalle lo ocurrido, lo dejó más sorprendido y confundido a la vez, pero eso lo sabrán mañana domingo 14 de septiembre de 2025, cuando escriba y publique la segunda parte de esta increíble historia real…