Buenaventura vuelve a ser escenario de violencia tras el asesinato de Alan Josué Valencia Cuero, un joven de 17 años reconocido por su liderazgo social y comunitario.
El hecho ocurrió cuando hombres armados lo atacaron a tiros desde un vehículo mientras caminaba por una calle del puerto. Aunque recibió asistencia en el lugar, no logró sobrevivir.
Valencia era estudiante de Ingeniería en Sistemas en la Universidad del Pacífico, futbolista y un activo promotor del deporte y la educación en su comunidad. Además, hacía parte de la escuela de formación de liderazgos Siempreviva, donde fortalecía su papel como líder juvenil.
Con este homicidio, organizaciones sociales advierten que ya son 117 los defensores de derechos humanos asesinados en lo corrido de 2025. Según Indepaz, la situación es crítica en el Valle del Cauca y el suroccidente del país, territorios donde persisten las disputas de grupos armados ilegales como disidencias de las FARC, el ELN y estructuras vinculadas al narcotráfico y la minería ilegal.
La ONU también ha alertado sobre el incremento de estos crímenes y advierte que la cifra podría superar los registros del año anterior, cuando se reportaron 191 asesinatos de líderes sociales en Colombia.