En la región Caribe persiste la preocupación por un eventual apagón debido a la crítica situación económica que atraviesa la empresa de energía Air-e. De acuerdo con líderes gremiales de Barranquilla, la intervención estatal en la compañía no solo no ha solucionado los problemas, sino que los ha profundizado.
Efraín Cepeda Tarud, presidente ejecutivo de Intergremial Atlántico, reveló que la deuda de Air-e con los generadores de energía asciende a 3,6 billones de pesos. El dirigente explicó que desde noviembre la empresa no cumple con sus compromisos financieros, lo que ha generado una presión significativa sobre las plantas térmicas y pone en riesgo la sostenibilidad del servicio eléctrico en departamentos como Atlántico, La Guajira y Magdalena.
“Lo que hemos presenciado en este último año es una total improvisación. No se presentó un plan serio antes de intervenir, como debería hacerlo el Gobierno Nacional con una compañía que presta un servicio público esencial”, afirmó Cepeda, cuestionando la gestión oficial.
El dirigente también recalcó que una eventual salida de Air-e en el Atlántico debe plantearse con un modelo sólido y estructurado, y no limitarse a un simple cambio de nombre o de operador.