Tras el homicidio del secretario de Gobierno de Pradera, José Dorien Jiménez, las autoridades señalaron que una de las principales hipótesis del caso apunta a retaliaciones derivadas de la lucha contra el microtráfico en este municipio del Valle del Cauca.
La gobernadora Dilian Francisca Toro encabezó un consejo extraordinario de seguridad en el que se adoptaron medidas para reforzar el orden público.
En este espacio, la mandataria explicó que el trabajo adelantado por el funcionario en contra de las estructuras del narcotráfico local pudo haberlo expuesto a riesgos.
«Una de nuestras líneas ha sido en que tenemos que lograr inactivar esos expendios de estupefacientes que se generan en los municipios. En esta lucha se necesitan mayores capacidades, y la Gobernación va a entregar un carro para la Policía y la compra e instalación de 20 cámaras de seguridad”, dijo.
Por su parte, el alcalde de Pradera, Francisco Javier Guzmán Figueroa, coincidió en que el trabajo de Jiménez se centraba en atacar el problema del microtráfico en la zona urbana.
«El secretario de Gobierno venía liderando una lucha frontal contra el microtráfico de drogas que viene afectando al municipio drásticamente, sobre todo porque están armando a jóvenes de los barrios orientales, generando barreras invisibles», señaló.