Por David Awad V.
Las entradas de las sedes de bachillerato y primaria del colegio Camilo Torres, ubicadas en Gaira, siguen siendo escenario de una problemática que afecta directamente la salud y bienestar de toda su comunidad educativa.
Cada mañana, estudiantes, docentes y padres deben enfrentarse a montones de basura en descomposición y olores pestilentes, justo a la entrada del colegio. Según denuncian los directivos y vecinos, esta situación presuntamente es generada por restaurantes aledaños, que disponen de sus residuos de forma inadecuada y sin responsabilidad ambiental ni social.
A pesar de que la institución ha hecho llamados reiterativos a los comerciantes para que tomen conciencia sobre los efectos negativos de estas malas prácticas, el problema persiste y la afectación se agrava con el paso de los días.
“Los principales perjudicados son los niños y jóvenes de preescolar, primaria y bachillerato, quienes desde que llegan al colegio respiran aire contaminado por desechos en descomposición”, expresan preocupados desde la comunidad.
El colegio ha elevado quejas y solicitudes formales a ATESA, operador de aseo en Santa Marta, además de requerir la intervención de la alcaldía local, la Secretaría de Educación y otras entidades del distrito. Sin embargo, estos llamados han sido ignorados, y ninguna autoridad ha ofrecido una solución concreta y efectiva.
La comunidad insiste en que la recolección de residuos debe realizarse en la madrugada, antes de iniciar la jornada escolar, para evitar que los estudiantes tengan que ingresar al colegio rodeados de basura, olores fétidos y condiciones que atentan contra su salud y dignidad.
Desde Diario La Libertad, nos unimos al llamado ciudadano para que se tomen acciones inmediatas. No se puede permitir que cientos de menores sigan expuestos diariamente a este foco de contaminación sin que haya una respuesta institucional.