Además, el mandatario advirtió que el poder público ha sido absorbido por el capital y las élites privadas, por otro lado planteó que el poder constituyente debería ser permanente y cuestionó el papel de la jurisdicción frente a la privatización del Estado.
El presidente Gustavo Petro protagonizó una intervención cargada de críticas y reflexiones en el XXXI Encuentro de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, realizado en Barranquilla. Allí, cuestionó la efectividad de la Constitución de 1991 y el papel del derecho en las transformaciones sociales, planteando la necesidad de un debate profundo sobre la vigencia real del Estado social de derecho en Colombia.
“En las revoluciones cambian todas las normas y concepciones de derecho. Cuando la sociedad evoluciona y las normas no se ajustan, la gente pasa por encima de ellas: ahí surge el momento constituyente. El poder constituyente debería ser permanente para darle luz a este problema que existe”, afirmó el jefe de Estado.
Petro señaló que, pese a que la Carta Magna de 1991 consagró al país como un Estado social de derecho, esa aspiración no se ha materializado. “No existe ese contenido en la sociedad económica, en la sociedad colombiana. No hay Estado social de derecho. La tensión política de hoy es si se construye en Colombia un Estado social de derecho o no”, enfatizó, subrayando que la desigualdad mantiene a Colombia entre los países más inequitativos del mundo.
El mandatario aprovechó el escenario para lanzar una crítica a lo que denominó la privatización del poder público. “Si el poder privado se apropió del Estado, ¿qué defiende hoy el Consejo de Estado? Antes contenía el poder público. Hoy el desafío es defender la vida misma, porque lo público ha sido absorbido por el capital”, dijo.
A lo largo de su intervención, Petro argumentó que en Colombia el derecho se ha reducido a la forma, pero ha abandonado el contenido sustancial: garantizar los derechos de toda la población. “En Colombia la forma se ha usado como excusa para no construir un Estado social de derecho. Se ha vuelto un instrumento para defender privilegios de unos pocos, de una oligarquía, en lugar de garantizar derechos fundamentales para todos”, criticó.
El presidente también hizo referencia a la historia de violencia en el Caribe y a la forma como estructuras armadas y élites económicas han capturado el poder público. “La población de Barranquilla no decide sobre lo de Barranquilla. Es una élite. Y cuando la gente quiere decidir, la matan. Como mataron al campesinado caribeño para quitarle su tierra con fosas comunes y masacres”, aseguró, recordando el despojo de tierras y la connivencia del Estado con grupos paramilitares.
Asimismo, advirtió sobre los riesgos que plantea la expansión de la inteligencia artificial y la concentración de su control en manos privadas. “Caímos en el feudalismo de nuevo, porque toca pagar por la inteligencia de la humanidad que debería ser pública. Lo público que es lo privado, ¿cuál es su frontera? Ese es el debate de hoy”, expresó, agregando que la verdadera respuesta a los problemas del país no la darán las máquinas, sino “los seres humanos con su cerebro, debatiendo y actuando”.
Para Petro, el dilema central que atraviesa a la sociedad colombiana es la contradicción entre lo público y lo privado, en un contexto en el que los derechos básicos se subordinan a la lógica de la ganancia. “No hay espacio para que un viejo tenga pensión, porque es pérdida de ganancia. No hay espacio para que haya salud pública, porque es pérdida de ganancia. Esa es la privatización del poder público”, recalcó.
Finalmente, el mandatario insistió en que el papel de la jurisdicción contenciosa debe ajustarse al nuevo contexto histórico. “El Consejo de Estado se creó en Francia para defender los derechos del individuo frente al Estado. Pero si hoy el poder público se privatizó y lo dominan las multinacionales, los grupos económicos y los paramilitares, entonces el Consejo de Estado tiene que defender la vida misma”, concluyó.