El embajador Daniel García-Peña, junto al almirante Francisco Cubides y el general Carlos Fernando Triana, adelantarán reuniones en Washington para mostrar los avances de Colombia en la lucha contra el narcotráfico, en medio del riesgo de una posible descertificación por parte de Estados Unidos.
La cúpula de seguridad de Colombia prepara una misión estratégica en Estados Unidos en un momento crucial para la relación bilateral. El embajador Daniel García-Peña, el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, y el director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, viajarán a Washington la semana del 8 de septiembre con el objetivo de demostrar los avances del país en la lucha contra el narcotráfico.
Aunque la agenda aún está bajo revisión del Ministerio de Defensa, la visita coincide con la inminente decisión del gobierno norteamericano sobre la certificación de Colombia en materia antidrogas. Una eventual descertificación representaría un duro golpe, pues pondría en riesgo los recursos de cooperación internacional, especialmente aquellos destinados a operaciones de seguridad y programas de erradicación.
La medida, que no implicaría una ruptura diplomática, sí afectaría el respaldo político de Washington y limitaría el acceso a ayudas económicas y técnicas que históricamente han sido claves en la estrategia antidrogas del país.
Tensiones regionales y contexto político
Este viaje ocurre en un escenario complejo: las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. El gobierno de Gustavo Petro ha mostrado gestos de respaldo hacia el presidente Nicolás Maduro, lo que agrega sensibilidad a la relación bilateral en medio de la evaluación antidrogas.
De forma paralela, otro frente de gestión se adelanta en territorio estadounidense. El general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército Nacional, mantiene desde la semana pasada una agenda en Texas con el Ejército Sur de EE. UU., donde busca asegurar apoyo logístico y recursos para superar el déficit en el mantenimiento de aeronaves, en particular los helicópteros MI-17. Estos equipos son fundamentales para las operaciones militares en Colombia, pero el contrato firmado en enero con una empresa estadounidense para su reparación no ha sido cumplido, lo que pone en riesgo la capacidad operativa.
¿Qué implica la descertificación?
La descertificación es un mecanismo mediante el cual el gobierno de Estados Unidos evalúa anualmente los esfuerzos de otros países en la lucha contra las drogas. Si concluye que no existen resultados suficientes, puede suspender ayudas, frenar proyectos de cooperación y reducir el respaldo político en escenarios internacionales.
Aunque no equivale a un quiebre en las relaciones diplomáticas, sí representaría un fuerte revés para Colombia en términos financieros y estratégicos, debilitando la capacidad de sostener operaciones conjuntas y de acceder a recursos clave para la seguridad.
Con esta misión, la cúpula militar y policial busca persuadir a Washington de mantener la cooperación y evitar un golpe que podría afectar tanto la política antidrogas como la estabilidad en la región.
Y.A.