La Tricolor venció 3-0 a Bolivia en Barranquilla y aseguró su séptima participación mundialista. La noche fue una fiesta con tintes de nostalgia por la posible despedida de James Rodríguez.
Colombia vuelve a sonreír. Con goles, música y emoción, la Selección Nacional selló este jueves su clasificación al Mundial de 2026 —que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá— tras derrotar 3-0 a Bolivia en el estadio Metropolitano de Barranquilla. Fue una victoria que supo más a desahogo que a paseo, pero suficiente para confirmar el boleto y dejar atrás las dudas.
La fiesta fue completa, aunque marcada por momentos de emoción profunda. Uno de ellos, quizás el más simbólico, lo protagonizó James Rodríguez, quien se quedó en el círculo central del campo tras el pitazo final, aparentemente despidiéndose de su ciclo como referente en la Tricolor. Sentado en soledad, con el estadio ya casi vacío, el ‘10’ pareció rendir homenaje a una etapa dorada de su carrera con la selección.
El triunfo llegó en la fecha 17 de las Eliminatorias bajo el mando de Néstor Lorenzo, quien logró enderezar el rumbo tras una racha de seis partidos sin ganar. Luis Díaz fue figura y alma del equipo, mientras que veteranos como Camilo Vargas y Dayro Moreno cumplieron su rol en una noche de reconciliación con la hinchada.
Con esta clasificación, Colombia suma siete participaciones en Copas del Mundo. El recuerdo se remonta a Chile 1962 con Adolfo Pedernera, seguido de las históricas campañas de Italia 1990, EE. UU. 1994 y Francia 1998. Tras una larga ausencia, el regreso fue en Brasil 2014 con la generación dorada liderada por Pékerman y un James estelar. Rusia 2018 fue la última aparición, antes del doloroso vacío en Catar 2022.
Ahora, con Lorenzo al mando y una nueva mezcla de juventud y experiencia, Colombia se ilusiona nuevamente. Y lo hace desde su casa: el Metropolitano, donde se han logrado seis de las siete clasificaciones.
La imagen final quedó grabada en la retina: James, solo, en silencio, agradeciendo. Quizás, cerrando un ciclo. Pero con la satisfacción del deber cumplido. Colombia, con baile y sufrimiento, vuelve a estar entre los grandes. ¡Rumbo al Mundial 2026!