En una jornada que deja lecturas políticas más allá del resultado jurídico, el Senado eligió este martes al exdefensor del Pueblo Carlos Camargo Assis como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, en lo que ha sido interpretado como una derrota estratégica para el Gobierno de Gustavo Petro.
Con 62 votos a favor, Camargo se impuso ampliamente sobre la candidata que contaba con el respaldo del Ejecutivo, la abogada María Patricia Balanta, quien obtuvo 41 votos, mientras que el tercer aspirante, Jaime Humberto Tobar, no recibió apoyo alguno.
La votación se realizó en medio de un procedimiento vigilado bajo estrictas medidas de transparencia impulsadas por el presidente del Senado, Lidio García Turbay, y supervisado por una comisión escrutadora multipartidista. El conteo final reflejó una alineación mayoritaria del Legislativo en contra de la apuesta del Gobierno, revelando fisuras en su capacidad de incidencia sobre el Congreso.
Camargo, quien asumirá una silla clave en el alto tribunal que vela por la integridad de la Constitución, es recordado por su paso como Defensor del Pueblo entre 2020 y 2023, y por su rol anterior como magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE). Abogado de la Universidad Sergio Arboleda, con maestría y doctorado en Derecho, es identificado como cercano al Partido Conservador y a figuras tradicionales del poder judicial como el exmagistrado Jorge Pretelt.
Durante su intervención tras ser elegido, Camargo dejó un mensaje directo:
“Quiero dejar constancia de mi compromiso con la realidad nacional. Una Corte que ignora la vida diaria de los ciudadanos, sus angustias y esperanzas, se arriesga a perder legitimidad”.
La elección, más allá de lo técnico, se leyó en los pasillos del Capitolio como un golpe al bloque progresista del Senado, que no logró consolidar mayorías en favor de Balanta, una jurista afrocolombiana con experiencia en justicia comunitaria y enfoque étnico.
Ahora, con Camargo en la Corte Constitucional, se configura una nueva correlación de fuerzas en el alto tribunal, en momentos clave para decisiones sobre reformas estructurales promovidas por el gobierno Petro.
