Las 6.000 lavadoras que también prometió Quintero y nunca llegaron a Medellín

El exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, anunció en su administración la entrega de 6.000 lavadoras, pero el proyecto no se ejecutó. Hoy retoma la idea en su aspiración presidencial con la promesa de repartir 4 millones de unidades en Colombia.

En su paso por la Alcaldía de Medellín, el exmandatario Daniel Quintero anunció que entregaría 6.000 lavadoras a mujeres cuidadoras de la ciudad a través del presupuesto de la Secretaría de las Mujeres, pero la iniciativa nunca se concretó. Hoy, como candidato presidencial, retoma la misma idea con una propuesta mucho más ambiciosa: distribuir 4 millones de lavadoras en todo el país.

La administración distrital de Quintero había justificado el programa asegurando que las beneficiarias serían mujeres que cargan con la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado. Las primeras unidades se entregarían a finales de 2022, pero nunca se compró un solo electrodoméstico.

La actual secretaria de Mujeres, Valeria Molina, explicó que el proyecto estaba valorado en 22.000 millones de pesos, pero resultó inviable. “Este fue un proyecto que no tuvo ningún respaldo, no había sustento ni jurídico, ni administrativo, ni técnico, que lograra que las mujeres se beneficiaran de esta manera. El indicador, que se llamaba bienes de capital, como llamaban a las lavadoras, quedó en cero”, afirmó.

Según la interpretación de la Alcaldía de Federico Gutiérrez, la propuesta no podía ejecutarse porque la Constitución prohíbe que el Estado entregue regalos directos a las personas, salvo en casos muy específicos. Para ser viable, el plan debía estar ligado a un programa integral de formación, empoderamiento y acceso a oportunidades, lo cual no ocurrió.

Los mismos funcionarios del Distrito frenaron la idea durante la administración de Quintero al advertir sobre posibles irregularidades. Incluso, en el empalme de 2024, se pidió continuar con el proyecto, pero la respuesta fue negativa. En su lugar, la actual administración decidió apostar por centros de lavado comunitarios, cuyo plan piloto se desarrollará en la comuna de Manrique.

“Nosotros les vamos a hacer ese servicio, pero ellas, en contraprestación, van a hacer uso de procesos de autonomía económica, de salud mental, de descanso, lectura, deporte y cualquier actividad que sea para el bienestar de ellas y sus proyectos de vida”, señaló Molina.

Pese a la experiencia fallida en Medellín, Quintero retomó el discurso en su campaña presidencial: “Las mujeres no tienen por qué estar lavando ropa, y menos a mano. Nuestra meta será entregar, mínimo, 4 millones de lavadoras en 4 años de gobierno, beneficiar a hogares de estratos 1, 2, 3”.

La propuesta de Daniel Quintero con las lavadoras vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la viabilidad y pertinencia de este tipo de iniciativas. Mientras en Medellín quedó como una promesa incumplida que nunca superó los obstáculos legales y técnicos, en el escenario nacional se presenta como una bandera de campaña que despierta dudas sobre su ejecución real y sobre si se trata de una solución estructural o de un mensaje populista en medio de la contienda electoral.

Y.A.