Comunidades de la Ciénaga Grande bloquean la Troncal del Caribe: exigen respuesta ante crisis ambiental

Crónica de una protesta en defensa del agua y la vida

Desde las primeras horas de la mañana de este miércoles, los habitantes de los pueblos palafitos de la Ciénaga Grande de Santa Marta, como Nueva Venecia, decidieron alzar su voz. Con pancartas, megáfonos y determinación, bloquearon la Troncal del Caribe a la altura del kilómetro 55, en el sector conocido como Popeye, una vía clave entre Barranquilla y Santa Marta. La razón: la creciente emergencia ambiental que amenaza con apagar su forma de vida.

La escena no es nueva, pero sí cada vez más crítica. Las aguas que les daban sustento hoy están cubiertas por una densa capa de plantas invasoras, que sofocan la pesca y entorpecen el acceso al agua potable. “Estamos quedando sin agua para el sustento”, expresó Gabriel Moreno, líder comunitario, en un mensaje que ayer ya anunciaba lo inevitable: una jornada de protesta para exigir atención del Gobierno Nacional.

Lo que está en juego va mucho más allá de una jornada de pesca: es la seguridad alimentaria de cientos de familias, el acceso a servicios básicos y la supervivencia de uno de los humedales más importantes del país. Por eso, la comunidad reclama acciones urgentes: dragados efectivos, control de especies invasoras y una respuesta institucional que no llegue solo cuando hay crisis visibles en medios.

El bloqueo de esta vía estratégica ya genera afectaciones en la movilidad regional. Las autoridades de tránsito recomendaron a los viajeros tomar rutas alternas y mantenerse informados sobre el desarrollo de la protesta.

Mientras tanto, la Ciénaga sigue esperando. Su gente también. Y hoy, una vez más, lo hacen alzando la voz en la carretera, porque sienten que es la única manera de ser escuchados.