Un lamentable suceso estremeció a San Alberto, Cesar: un niño de apenas 2 años falleció tras ser brutalmente atacado por un perro de raza pitbull dentro de su vivienda, en el barrio Altos del Porvenir.
La víctima, que sostenía una papa rellena, fue sorprendido por el animal y sufrió heridas letales en el tórax, cuello y cabeza. Fue llevado de urgencia al hospital Lázaro Alfonso Hernández, donde se confirmó su deceso.
La comunidad, conmocionada y presa del dolor, reaccionó con indignación: en un acto cargado de rabia y desesperación, decidieron sacrificar al can agresor y se cree que su cuerpo fue arrojado al río local.
Este incidente fue el primero de tal magnitud en general en el municipio, según expresó el alcalde Edgar Ricardo, quien afirmó: “La comunidad está bastante golpeada. Es la primera vez que vivimos un percance tan delicado como este en nuestro municipio”.
Las autoridades locales han iniciado investigaciones para determinar responsabilidades civiles y penales. Entre las medidas que se están evaluando está la caracterización de animales potencialmente peligrosos en la zona y el reforzamiento de controles para evitar futuros ataques.
Una tragedia que pone nuevamente bajo la lupa la necesidad de tenencia responsable de animales de razas consideradas peligrosas, y que exige medidas contundentes para proteger la integridad de los menores.
