Reforma Tributaria 2025: Gobierno propone cobrar más impuestos a iglesias, plataformas digitales, licores y combustibles

Una nueva reforma tributaria sacude el panorama económico y político del país. Este lunes, el Ministerio de Hacienda radicó ante el Congreso el tercer proyecto fiscal del gobierno del presidente Gustavo Petro, con propuestas que modifican el IVA, el impuesto al consumo, la renta y los tributos ambientales, afectando a sectores tan diversos como las iglesias, plataformas de streaming, empresas de hidrocarburos y consumidores de gasolina.

Aunque el Gobierno defiende la iniciativa como una herramienta para cerrar brechas sociales y financiar programas estructurales, el proyecto enfrenta un camino empinado: 11 de los 17 congresistas de la Comisión III del Senado ya anticiparon su voto en contra, lo que lo deja, en la práctica, casi hundido antes de arrancar su trámite.

IVA para más sectores y productos

Uno de los puntos más sensibles es la ampliación del IVA a nuevos servicios y productos, incluyendo juegos de azar, parqueaderos y zonas comunes en propiedad horizontal. El cambio más polémico: la inclusión progresiva del IVA a la gasolina y el ACPM, que pasará al 10 % en 2026 y al 19 % en 2027.

Además, el Gobierno plantea aplicar la tarifa general del IVA a los licores, vinos y aperitivos, destinando cinco puntos porcentuales a la salud en los departamentos. También se proponen gravámenes para productos como cigarrillos electrónicos y vapeadores, con un cobro de $1.000 por mililitro de líquido o gramo de nicotina.

En contraste, se aplicará un IVA reducido (5 %) a algunos bienes de la canasta básica como el arroz industrial, el trigo, aceites vegetales, azúcar, café, pastas y productos de panadería.

Cambios en la renta: más para los que más ganan

El proyecto también busca aumentar la carga tributaria sobre personas naturales con mayores ingresos, elevando la tarifa marginal hasta el 41 %. Las instituciones financieras y aseguradoras pagarían una tarifa del 50 % sobre su renta, mientras que las empresas petroleras enfrentarán recargos variables entre 0 % y 15 %, según el precio internacional del crudo Brent y API2.

Los dividendos distribuidos a extranjeros pasarán a tributar al 30 %, y por primera vez las iglesias y confesiones religiosas deberán tributar sobre sus actividades comerciales, aunque no se gravan los actos de culto.

En paralelo, las plataformas de servicios digitales y streaming como Netflix, Prime Video o Max también serán gravadas, bajo un modelo que busca igualar la carga impositiva frente a proveedores locales.

Ganancias ocasionales, retención y patrimonio

Las ganancias ocasionales como premios de lotería o rifas tendrán una tarifa del 30 %. Además, solo se considerarán ocasionales aquellas obtenidas por activos poseídos durante al menos cuatro años.

En cuanto a la retención en la fuente, se actualizarán las tarifas con un tope del 41 % para ciertos ingresos que no provienen de relaciones laborales formales.

El impuesto al patrimonio se aplicará a partir de patrimonios líquidos de 40.000 UVT (aproximadamente $1.800 millones), con tarifas progresivas entre 0,5 % y 5 %.

Impuesto al consumo y al carbono

En el impuesto al consumo, se plantea una tarifa del 19 % para servicios culturales, deportivos y de entretenimiento, cuando el costo supere los $471.000. También se incluirán vehículos familiares y pick-ups, con tarifas del 8 % o 19 % dependiendo del precio.

En la agenda ambiental, se propone un nuevo impuesto del 1 % sobre la extracción de petróleo y carbón, así como un impuesto nacional al carbono, que será de $42.609 por tonelada de CO₂ desde 2026. Este gravamen tendrá una implementación progresiva hasta 2029. Las zonas amazónicas y del Chocó quedarían exentas del cobro sobre gasolina y ACPM.

También se abre la puerta a deducciones del 50 % para las inversiones en energías renovables, mediante bonos de transición energética.

Reacciones y oposición

El Consejo Gremial Nacional expresó su rechazo al proyecto, calificándolo como «nocivo para la economía» y advirtiendo que una carga tributaria de $26,3 billones frenaría el crecimiento y aumentaría el desempleo. Por su parte, el senador Efraín Cepeda alertó sobre el impacto regresivo del IVA y aseguró que “no permitiremos más impuestos sobre personas naturales ni empresas que ya están asfixiadas”.

El proyecto deberá ser debatido en las comisiones económicas del Congreso, con una primera votación crucial prevista para el 15 de septiembre. Si no logra el respaldo político necesario, esta sería la tercera reforma tributaria del actual Gobierno que se queda en el camino.