*La comunidad educativa, junto a la Alcaldía y otros sectores del municipio, se ha unido para atender a los damnificados tras la emergencia que dejó más de 900 viviendas afectadas en el noroccidente.
La tragedia que dejó a su paso el tornado categoría F1 en el municipio de Soledad el pasado sábado no solo sacudió techos y viviendas, también despertó la solidaridad de toda una comunidad. Más de 900 familias de 10 barrios resultaron afectadas, pero en medio de la adversidad la unión se ha convertido en la principal fortaleza de los soledeños.
Desde la Administración Municipal, la alcaldesa Alcira Sandoval Ibáñez lideró la entrega de kits de aseo, alimentos no perecederos, ropa y otros elementos básicos que buscan aliviar de inmediato la difícil situación de los damnificados. La mandataria ha reiterado que la prioridad es acompañar a cada familia que perdió parte de su patrimonio.
Uno de los gestos más significativos provino de la Secretaría de Educación Municipal, a través de los rectores de las instituciones educativas oficiales, quienes reunieron 12 millones de pesos destinados a atender necesidades básicas de los hogares damnificados. Esta donación se convierte en símbolo del compromiso del sector educativo con el bienestar de la comunidad.
A su vez, el gremio picotero también se sumó a la causa con la entrega de láminas para techos y alimentos no perecederos, reafirmando que en Soledad la cultura popular y sus representantes juegan un papel vital en los momentos más difíciles.
“Cada familia que hoy recibe apoyo es una muestra de que no están solas. Soledad se levanta con la fuerza de su gente y con la convicción de que juntos saldremos adelante. Mi compromiso es estar de la mano con cada damnificado, porque este es un momento que nos llama a ser una sola familia”, expresó la alcaldesa Alcira Sandoval durante la entrega de ayudas.
Las brigadas de atención, encabezadas por la mandataria y su gabinete, continúan desplegadas desde tempranas horas en los barrios más golpeados por el fenómeno natural. Su objetivo es no solo entregar apoyos materiales, sino también acompañar emocionalmente a las familias que atraviesan una de las pruebas más duras de los últimos años.
Aunque el tornado dejó un panorama de pérdidas materiales en el noroccidente de Soledad, también reveló la capacidad de unión y resiliencia del municipio. La participación activa de la Alcaldía, los rectores, el gremio picotero y la ciudadanía en general demuestra que, con solidaridad y trabajo conjunto, es posible empezar a reconstruir no solo viviendas, sino también la esperanza de toda una comunidad.