El politólogo Alejandro Arias analizó el escenario electoral en el Magdalena de cara a los comicios atípicos, señalando que Rafael Noya perdió respaldo en sectores de izquierda tras confirmarse el apoyo del Centro Democrático y del empresario Juan Carlos Dávila.
Por: Redacción
DIARIO LA LIBERTAD.
Las elecciones atípicas en el Magdalena empiezan a perfilar un escenario político cargado de tensiones y alianzas inesperadas. El analista y politólogo Alejandro Arias Cañón, en diálogo con Noticias con Libertad, aseguró que el diputado Rafael Noya enfrenta un complejo panorama debido a su cercanía con sectores de derecha, pese a haberse presentado en un principio como candidato progresista.
¿Progresista o candidato de derecha? La duda sobre Noya…

Arias recordó que el nombre de Noya ha transitado por distintos rótulos políticos: “Ya Noya era un candidato, pues ahora parece ser que no, porque, por lo que estamos oyendo, primero fue precandidato del Pacto Histórico, después lo fue de Colombia Humana, Colombia Humana ya mostró su agenda y ahí no está”. Según el analista, la falta de definición ideológica del aspirante genera desconfianza entre sectores de izquierda.
El politólogo fue más allá al señalar que el cambio de rumbo de Noya se explica por factores de financiamiento político. “Lo cierto fue que la semana pasada escuchamos que el principal financiador de él, que es el señor Juan Carlos Dávila Abondano, el dueño del bolígrafo del Centro Democrático, ya uno comienza a decir, bueno y el señor Noya a qué juega, porque es progresista pero va a ir financiado y con el apoyo del Centro Democrático”, puntualizó.
El supuesto progresismo de Noya se desdibuja con sus alianzas…
Para Arias, el apoyo del partido uribista a Noya no es casual. Según explicó, ese respaldo estaría condicionado: “Nos confirma que efectivamente sí es cierto que el Centro Democrático lo condicionó a que le apoyara la candidatura siempre y cuando fuera por firmas, porque el Centro Democrático no apoyaría nunca a un candidato de la izquierda”.
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En ese contexto, Noya queda ubicado en un terreno ambiguo. Mientras recibe el impulso de un sector poderoso como el encabezado por Dávila, pierde legitimidad frente a la izquierda magdalenense, que difícilmente respaldará a un aspirante con vínculos tan estrechos con el uribismo.
El panorama se complejiza si se considera el posible regreso de Rafael Martínez al escenario político. Para Arias, el exgobernador tiene serias posibilidades de recuperar su cargo, lo que podría fragmentar aún más el apoyo al bloque progresista y dejar en evidencia las contradicciones internas de la oposición.
Noya habla de izquierda, pero camina con la derecha…
En síntesis, el caso de Rafael Noya refleja el reacomodo de fuerzas políticas en el Magdalena, donde las líneas entre izquierda y derecha parecen diluirse en torno a intereses económicos y acuerdos estratégicos. De confirmarse el respaldo formal del Centro Democrático, Noya pasará de ser visto como un candidato progresista a representar un puente hacia la derecha, con el riesgo de quedar sin el aval de ninguno de los dos sectores.
Las elecciones atípicas del Magdalena se perfilan, entonces, como un pulso donde el discurso ideológico cede espacio a las alianzas tácticas, y donde el apoyo de empresarios como Dávila puede definir el rumbo de candidaturas como la de Noya, aun a costa de perder el respaldo de movimientos alternativos.
Y.A.