El municipio de Cajicá, en Cundinamarca, vive una profunda conmoción tras la trágica muerte de Valeria Afanador, una niña de 10 años cuyo cuerpo fue hallado en inmediaciones del puente Fagua, en una zona boscosa y de fácil acceso.
El hallazgo, que ocurrió tras varios días de búsqueda, genera incertidumbre en la comunidad, pues el lugar ya había sido inspeccionado. Esta situación alimenta las dudas de los habitantes, quienes hoy exigen claridad sobre lo que realmente sucedió.
Desde el puente, donde el silencio pesa sobre el paisaje, se alcanza a ver el colegio donde estudiaba Valeria, hoy cerrado en señal de duelo. En la plaza principal, las banderas de Colombia, Cundinamarca y Cajicá ondean a media asta, mientras los vecinos se reúnen para orar y reclamar justicia.
“Queremos saber la verdad, porque hoy fue ella, pero mañana puede ser cualquiera de nuestros hijos”, expresó un ciudadano conmovido.
La familia de Valeria también elevó su voz en medio del dolor. Su primo Felipe la recordó con ternura: “En sus 10 años nos regaló solo alegría, nos unió como familia. Se fue demasiado pronto”.
La tragedia no solo enluta a Cajicá, sino que impacta a todo el país. Entre lágrimas, la comunidad insiste en que la muerte de Valeria no quede en la impunidad y que se esclarezcan las circunstancias de un hecho que rompió la tranquilidad de un municipio que siempre se consideró seguro.
