“Vivos o muertos, queremos respuestas”: madres de víctimas desaparecidas protestan frente a la Fiscalía en Barranquilla

En vísperas del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, más de 50 personas se concentraron frente a la Fiscalía de Barranquilla para reclamar avances en los procesos y denunciar la falta de resultados.

Conmemorando el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, más de 50 personas, en su mayoría madres de víctimas, se reunieron este viernes 29 de agosto frente a la sede de la Fiscalía General de la Nación en Barranquilla. El plantón, cargado de simbolismo y denuncia, visibilizó el reclamo de quienes aún esperan noticias de sus familiares desaparecidos.

Entre pancartas, ponchos y una gigantesca bota de más de dos metros con los rostros de las víctimas, las familias exigieron respuestas a las autoridades. “Reclamamos por los casos que aún no han sido resueltos y por las personas que no han sido ubicadas. Siempre pedimos que los desaparecidos sean entregados a sus familiares, vivos o muertos”, expresó Rosario Montoya, secretaria técnica del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) a un medio de comunicación local.

Montoya cuestionó la decisión de la Fiscalía de retirar a los fiscales especializados en búsqueda y trasladar esas funciones al CTI, lo que, según ella, ha ralentizado aún más los procesos.

De acuerdo con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), en el Atlántico existen 963 casos registrados en el marco del conflicto armado. Sin embargo, en siete años de funcionamiento de la oficina regional en Barranquilla, los avances han sido mínimos: apenas tres cuerpos recuperados, tres entregas dignas y tres personas encontradas con vida. Mientras tanto, más de 300 familias continúan esperando respuestas concretas.

El impacto de la desaparición forzada se siente con fuerza en los municipios ribereños del Canal del Dique, como Suan, Santa Lucía y Manatí, así como en zonas del área metropolitana de Barranquilla, territorios golpeados por la violencia del conflicto armado.

Para los familiares, cada plantón se convierte en un acto de resistencia y memoria. Es el recordatorio de que la desaparición forzada sigue siendo una herida abierta que exige verdad, justicia y reparación.

Y.A.