Siete aspirantes buscan la corona del Rey Momo 2026

 

Barranquilla ya vive la emoción previa a su fiesta más grande, el Carnaval 2026. A seis meses de la celebración, la organización presentó oficialmente a los siete carnavaleros que aspiran a convertirse en el próximo Rey Momo, quien junto a la reina Michelle Char Fernández liderará la fiesta del 14 al 17 de febrero de 2026.
La elección del soberano no es un detalle menor. El Rey Momo es la personificación de la tradición, el custodio del folclor y el vocero de la alegría que caracteriza a esta fiesta declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Por eso, cada año su designación despierta expectativa en la ciudad y entre los amantes de la cultura popular.
Este año, los candidatos llegan desde distintos frentes del arte y la tradición. Hay músicos que han hecho historia con sus composiciones, artistas plásticos que han inmortalizado la esencia carnavalera en sus lienzos, directores de grupos folclóricos que han dedicado su vida a preservar danzas centenarias, letanieros que mantienen viva la sátira popular, y creadores de comparsas que hoy son íconos de la celebración. Todos ellos presentaron su hoja de vida ante la Junta Directiva del Carnaval, que el próximo 3 de septiembre anunciará el nombre del sucesor de Gabriel Marriaga Tejada, actual monarca.
Entre los aspirantes figuran Adolfo Maury Cabrera, heredero de la tradición del Congo Grande de Barranquilla; el pintor carnavalero Alberto Escobar, conocido como Nithto Cecilio; el músico Gerardo Varela, autor de himnos populares interpretados por Joe Arroyo; Hugo Díaz Granados, recordado como Paco Paco, figura del Carnaval de los Niños; Manuel de Arco Figueroa, director de letanías con más de tres décadas de experiencia; Raúl Borja, líder del Son de Negro Boryi; y Rubén Jiménez, creador de la comparsa Cipote Marimonda de Montecristo.
El elegido se convertirá en el Rey Momo número 31 desde la recuperación de esta figura y tendrá la misión de seguir fortaleciendo la monarquía carnavalera como símbolo de identidad, memoria y resistencia cultural. Con su designación, el Carnaval de Barranquilla continuará reafirmando el poder de la tradición popular y avivando la cuenta regresiva hacia una nueva edición de la fiesta que hace latir al Atlántico y a toda Colombia.