Lo que parecía un avance significativo hacia una gran coalición entre sectores de la derecha y el centro-derecha del país terminó en un nuevo revés político.
La reunión, que se llevó a cabo en la residencia del expresidente César Gaviria, tenía como objetivo cerrar un acuerdo para respaldar candidaturas con más del 3,5% en intención de voto de cara a las elecciones de 2026.
Sin embargo, cuando todo parecía encaminado, un veto de Cambio Radical relacionado con la reciente elección de un magistrado generó fricciones irreconciliables entre los asistentes, provocando el rompimiento de la mesa de diálogo.
Fuentes cercanas al encuentro confirmaron que varios partidos estaban dispuestos a ceder posiciones y priorizar una alianza programática, pero la interferencia de intereses judiciales y políticos ligados a nombramientos en las altas cortes habría generado desconfianza y tensiones internas.
El expresidente Gaviria, anfitrión del encuentro y uno de los articuladores del intento de unidad, no se ha pronunciado oficialmente, pero miembros del Partido Liberal manifestaron su “inquietud” por la fragilidad de los acuerdos entre las colectividades.
Por ahora, el futuro de una eventual coalición de derecha queda en suspenso, mientras los partidos definen sus estrategias individuales con miras al próximo año electoral.