La noche cayó con violencia en este municipio costero.
Lo que parecía ser una velada tranquila terminó en horror cuando Richard Ariza fue acribillado en la terraza de su vivienda en Santa Verónica por sujetos que llegaron en motocicleta y abrieron fuego sin mediar palabra.
Según relataron vecinos del sector, los disparos resonaron varias veces antes de que uno de los atacantes cayera herido. Aunque las autoridades lograron capturarlo, lo que vino después fue una escena de furia colectiva.
La justicia quiso hacerse en las calles
El presunto sicario fue llevado a la estación de Policía local. Pero la noticia del crimen corrió rápidamente y, en cuestión de minutos, un grupo de habitantes enfurecidos se agolpó frente a las instalaciones exigiendo justicia inmediata. Algunos amenazaban con incendiar la sede policial si no entregaban al capturado.
Ante el riesgo de un linchamiento y el desborde del orden público, las autoridades decidieron reforzar la seguridad y trasladar con urgencia al detenido a otro lugar.
Aunque la calma ha empezado a restablecerse, el ambiente sigue cargado. La Policía mantiene presencia en la zona, mientras la Fiscalía y unidades de inteligencia intentan determinar las causas del homicidio y el posible vínculo del capturado con el crimen.
El asesinato de Richard Ariza se suma a una preocupante serie de hechos violentos que han golpeado a los municipios del Atlántico en los últimos meses. En Juan de Acosta, el miedo convive con la rabia, y la justicia parece, para muchos, llegar demasiado tarde.
