El Gobierno de Argentina, encabezado por el presidente Javier Milei, oficializó la declaración del Cártel de los Soles como organización terrorista, medida que lo incorpora al Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET).
Con esta decisión, se establecen sanciones financieras, restricciones operativas y un mayor control internacional sobre las actividades de esta red criminal, vinculada a altos mandos militares y políticos de Venezuela.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue enfática al señalar que el grupo, presuntamente ligado al presidente Nicolás Maduro, actúa como un entramado de “narcoterrorismo” que amenaza la estabilidad regional. “Maduro y su séquito son narcoterroristas. Ni en Argentina ni en ningún lugar del mundo van a poder operar”, aseguró.
Argentina se suma así a países como Estados Unidos, Ecuador y Paraguay, que ya habían adoptado la misma postura en contra de esta organización, considerada un actor central en el tráfico de drogas, la minería ilegal y el contrabando en América Latina.
El Cártel de los Soles surgió en la década de los noventa y toma su nombre de las insignias con forma de sol usadas por oficiales venezolanos. Diversos informes internacionales lo señalan como una red que combina poder militar y político con negocios ilícitos, y que mantiene nexos con estructuras criminales como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa.
La medida argentina refuerza el bloque internacional que busca limitar la influencia de este grupo, al que se le atribuye no solo el tráfico de drogas a gran escala, sino también operaciones de lavado de dinero y cooperación con organizaciones terroristas.
Con este anuncio, el gobierno de Milei marca un nuevo capítulo en su política exterior y en su alineación con Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado trasnacional.
