Los animales dejan de ser considerados “cosas” en Colombia

Colombia acaba de dar un paso decisivo en la defensa de la vida no humana. La Corte Constitucional emitió una sentencia que marca un antes y un después en la manera como el país entiende a los animales.
Ya no serán vistos como simples objetos al servicio de las personas, sino como seres sintientes que merecen protección frente al maltrato y el abandono.
El fallo, celebrado como un avance en materia de derechos animales, eliminó expresiones legales que reducían a los animales a la categoría de “medios” o “instrumentos” para los fines humanos.
Entre ellas, el artículo 12 del Código de Ética para el ejercicio profesional de la medicina veterinaria y zootecnia, que hasta ahora consideraba tanto a los animales como a las plantas como recursos puestos al servicio del hombre. Esta visión, según la Corte, choca de frente con el reconocimiento constitucional que ya les había dado la condición de seres sintientes.
Aunque en el Código Civil los animales siguen clasificados bajo la categoría de “bienes”, una ficción jurídica utilizada solo para efectos de propiedad, la Corte fue enfática en señalar que la realidad actual es distinta.
Hoy, por mandato constitucional, tienen un estatus que los protege de cualquier forma de maltrato y los ampara bajo un régimen amplio de protección.
En palabras sencillas, la decisión significa que ya no se puede hablar de los animales como meros instrumentos de utilidad. Son vida que sienten, respiran y merecen respeto.
En un país donde aún hay retos enormes frente al maltrato, la caza y el tráfico de especies, esta decisión es un llamado a defender la vida y a entender que ellos también son parte esencial de la sociedad.