El Ejecutivo presentará este 29 de agosto una reforma tributaria por $26,3 billones para financiar un presupuesto total de $556,9 billones, en medio de críticas por falta de consensos y endeudamiento creciente.
Este viernes 29 de agosto, el Gobierno Nacional radicará en el Congreso de la República su nueva reforma tributaria, que proyecta recaudar $26,3 billones con el fin de financiar un presupuesto general de $556,9 billones para 2026. La iniciativa contempla una serie de ajustes que han generado debate en el escenario político y económico.
De acuerdo con el ministro de Hacienda, Germán Ávila, el proyecto ajustará el IVA en productos consumidos por personas de altos ingresos, gravará el tabaco y el alcohol, impondrá tributos al carbono y al consumo, aumentará el impuesto a los juegos de suerte y azar en línea, establecerá impuestos a las iglesias y elevará los gravámenes sobre renta y patrimonio. Según el Gobierno, la propuesta busca avanzar en la progresividad tributaria, es decir, que quienes tienen más, paguen más.
La senadora Angélica Lozano, ponente del proyecto presupuestal, advirtió que esta es la reforma que pretende recaudar la suma más alta en un siglo, pero en un contexto de baja ejecución presupuestal por parte del Ejecutivo. Lozano comparó la iniciativa con un “gota a gota internacional”, al considerar que incrementará el endeudamiento y, con ello, el pago de intereses.
En la misma línea, el senador Enrique Cabral, expresidente de la Comisión Cuarta, señaló que el Gobierno busca abrir la puerta para que el presupuesto termine aprobado por decreto, lo que reduciría la capacidad de control del Congreso.
“Es ideal que el presupuesto salga por ley. Creo que el Gobierno se siente como pez en el agua con el decreto. Por eso presentó un presupuesto tan alto, inflado y sobreestimado. Reconociendo que hay $240 billones de deuda nueva y con una tributaria irreal de $26,3 billones, nadie la va a aprobar. Piden mucho para que nieguen la iniciativa y lo decreten”, advirtió Lozano.
Los ponentes del Presupuesto 2026 insisten en que el reto del Congreso será definir un monto realista y viable, aunque reconocen que la Cámara de Representantes podría inclinar la balanza a favor del Ejecutivo, dado su respaldo mayoritario al Gobierno.
Con la radicación de la reforma tributaria, comienza un pulso político que pondrá a prueba los consensos y la capacidad del Legislativo para controlar las finanzas públicas en el último año de la actual administración.
Y.A.