Cartagena amaneció con una mezcla de emoción, orgullo… y algo de envidia. En un acto simbólico lleno de sonrisas, cámaras y aplausos, el alcalde Dumek Turbay entregó un “super cheque” por más de $39.000 millones a la comunidad educativa del INEM, con destino exclusivo: su reconstrucción total.
La histórica institución, que por años fue símbolo de la educación en la ciudad y que, según muchos, venía recibiendo apenas “pañitos de agua tibia”, por fin tendrá una intervención de fondo. Aulas nuevas, espacios dignos y toda una renovación esperada por décadas.
Pero no todo es fiesta en el magisterio
Mientras el INEM celebra su millonario impulso, otros sectores del magisterio levantan la voz con una mezcla de indignación y desconcierto. Algunos docentes aseguran que hay docenas de instituciones que están literalmente «cayéndose a pedazos», y que ni siquiera han recibido una promesa firme de inversión.
“Nos alegra por el INEM, pero hay colegios donde llueve más adentro que afuera. Lo mínimo es que haya una distribución equitativa. Hay recursos, pero no pueden quedarse solo con los que tienen más visibilidad”, expresó un docente en representación de un colegio de la zona suroriental.
¿Una lista mágica?
Desde el gremio de educadores se cuestiona que ciertos colegios parecen estar en una “lista mágica” de prioridades del Distrito, mientras que otros luchan por conseguir “aunque sea cinco centavitos” para reparar techos, baterías sanitarias o pupitres.
Por esta razón, para el jueves se ha convocado un plantón de educadores y comunidades escolares frente a la Alcaldía de Cartagena, donde exigirán inversiones justas y equitativas para todos los planteles educativos de la ciudad.
Mientras tanto, el INEM ya empieza a soñar con grúas, cemento fresco y una nueva era de transformación… mientras muchos otros colegios siguen esperando que les llegue, al menos, una gota de esa millonaria inversión.
