El presidente Gustavo Petro reveló que el ataque ocurrido en Amalfi, Antioquia, donde murieron 13 policías y otros cuatro resultaron heridos, fue resultado de una emboscada cuidadosamente preparada con explosivos instalados bajo tierra.
De acuerdo con el mandatario, la colina en la que aterrizó el helicóptero de la Policía había sido intervenida con antelación para convertirse en una trampa mortal. “Ese terreno fue acondicionado desde hace semanas o incluso meses, con cilindros enterrados a un metro de profundidad”, explicó.
La decisión de la unidad policial de posicionarse en la parte alta del terreno respondió a una maniobra táctica común en medio de combates, pues las zonas elevadas ofrecen ventaja defensiva y de visibilidad. Sin embargo, esa misma condición fue utilizada por los atacantes para asegurar el impacto del atentado.
Petro aclaró que esta hipótesis descarta la versión inicial que señalaba que la aeronave habría sido derribada con un dron cargado de explosivos.
El atentado en Amalfi ha generado conmoción nacional y reabre el debate sobre los riesgos que enfrentan las fuerzas de seguridad en zonas de fuerte presencia de grupos armados ilegales, así como la necesidad de reforzar las medidas de inteligencia para prevenir emboscadas de esta magnitud.