Por: Mariana Sierra J. Redacción Web
La movilidad en Santa Marta atraviesa una grave crisis por el deterioro de sus principales vías. A los enormes huecos que desde hace más de año y medio afectan la calle 22, se suman ahora varios cráteres en la Avenida del Río y otros sectores de la ciudad generando un panorama crítico para conductores y peatones.
En la calle 22, el colapso de la tapa de un manhole del sistema de alcantarillado dejó al descubierto un profundo hueco que no solo daña los vehículos, sino que se ha convertido en un peligro latente para la vida de quienes transitan. La situación ha ocasionado accidentes y obliga a que motociclistas y carros reduzcan la velocidad de manera brusca, incluso en medio de emergencias.
Los separadores ubicados en la Avenidael Río, que en su momento representaron una inversión de los samarios, hoy se encuentran destruidos, al igual que ls vía se encuentra con cráteres de casi medio metro de profundidad mientras que a escasos metros funciona una cámara de fotodetección que recauda recursos para el distrito, lo que genera aún más indignación entre los ciudadanos.
La situación no es distinta en la Avenida del Río, donde varios huecos de gran profundidad han empezado a convertirse en verdaderos pozos que retienen agua cuando llueve, aumentando la probabilidad de siniestros viales.
Residentes y líderes comunitarios exigen una intervención urgente por parte del Distrito y la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), pues aseguran que los recursos existen, pero no se ven reflejados en el mantenimiento de la malla vial.
“La ciudad no puede seguir poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos mientras las vías se convierten en trampas mortales”, señalaron los denunciantes, quienes pidieron soluciones inmediatas y definitivas.