Adiós a Air-e: Superservicios prepara el nacimiento de una nueva empresa pública de energía

La crisis de Air-e parece estar llegando a su capítulo final. A punto de cumplirse un año desde que la Superintendencia de Servicios Públicos tomara el control de la compañía, se conocieron apartes de un borrador de documento Conpes que plantea un camino drástico: liquidar a la empresa y, al mismo tiempo, crear una nueva para garantizar la continuidad del servicio eléctrico en Atlántico, Magdalena y La Guajira.

El plan no es sencillo. La hoja de ruta —trabajada desde la administración de Andrés Camacho en el Ministerio de Minas— contempla varias fases: la escisión de Air-e, la creación inicial de una sociedad privada con bajo capital y, acto seguido, la compra total de sus acciones por parte del Estado, transformándola en una empresa 100% pública.

La operación incluye un movimiento clave: la adquisición de activos esenciales de Air-e, valorados en $980 mil millones, que abarcan desde postes y torres hasta cables y acometidas. Todo ello sin comprometer los derechos de los acreedores, quienes verían protegidas sus deudas.

Pero hay más. El documento prevé que la nueva compañía herede las cuentas pendientes con entidades públicas, equivalentes a $1,2 billones. En lugar de pago en efectivo, esas deudas se convertirían en acciones, volviendo a dichas entidades accionistas de la nueva empresa.

El golpe final sería la liquidación de Air-e. Antes, sin embargo, habría que inyectar al nuevo operador $500 mil millones para que pueda arrancar operaciones y responder a las urgencias de la región. Porque el diagnóstico es contundente: la infraestructura heredada es crítica y necesita inversiones inmediatas de al menos $1,52 billones en modernización de redes, medidores inteligentes y ampliación de subestaciones.

La sostenibilidad dependerá de una garantía de la Nación que respalde créditos a largo plazo. Sin ese soporte, el plan quedaría en el aire.

Consultada por este medio, la Superservicios prefirió guardar silencio. El Ministerio de Minas también evitó pronunciarse, alegando que la estrategia está en manos de la entidad interventora. Mientras tanto, los usuarios del Caribe siguen esperando que esta “nueva empresa” no sea otro capítulo en la larga novela del servicio eléctrico en la región.