Después de obtener triunfo 1-0 en la ida jugada en Colombia, Once Caldas espera mantener la diferencia contra Huracán de Argentina y lograr el paso a los cuartos de final de la Copa Sudamericana 2025 este martes 19 de agosto.
Sin embargo, las últimas horas del equipo blanco en la capital gaucha no han sido nada tranquilas y se hizo una fuerte acusación de aficionados, jugadores y periodistas manzialeños.
Según lo que se vio en videos virales y se leyó en reportes de medios, mientras una buena cantidad de aficionados estaban apoyando al equipo a las afueras del Hotel Sheraton de Buenos Aires, llegaron los agentes de Policía y todo terminó en lío.
Este tipo de manifestaciones, conocidas como ‘banderazos’, son muy comunes en el fútbol de Sudamérica un día antes de partidos importantes, pero casi siempre hay un aviso o acuerdo con las autoridades locales para tener todo dentro de las mínimas normas de convivencia.
No es normal que este tipo de situaciones terminen con disturbios, tampoco es común que la reacción sea intentar dispersar las concentraciones con fuerza o gases lacrimógenos, pero lo que realmente ha alertado es que los propios jugadores hayan terminado implicados en esta situación penosa.
Como ya se explicó, un grupo considerable de hinchas, seguidores y ‘barristas’ del Once Caldas llegaron a los alrededores del hotel de concentración del equipo colombiano, la idea era entonar sus barras y canciones tradicionales, buscando motivar a los jugadores para enfrentar al Huracán en la tarde-noche siguiente. Según el diario La Patria de Manizales, eran alrededor de 200 personas las que esperaban tener algún contacto con el equipo dirigido por el técnico Hernán Darío Herrera y liderado por el goleador Dayro Moreno.
Pasado un rato, llegaron a la puerta del Hotel Sheraton integrantes del plantel y el DT, pero ya se había dado una advertencia de la Policía para no obstruir la entrada y debían ubicarse en un parque al frente de la edificación. Según el mismo medio colombiano, hubo una respuesta negativa de los hinchas, por lo que el ambiente empezó a complicarse y la reacción fue muy fuerte.
«Ante la negativa de los hinchas, llegaron policías antidisturbios que lanzaron gases lacrimógenos para dispersarlos, la sustancia alcanzó a los jugadores, a quienes les indicaban que ingresaran al hotel», así lo informó el medio manizaleño y así se ratifica que, aparte de mantener el orden y seguir las instrucciones, también pudo darse una llamada de los propietarios o administradores del hotel
