Fuerzas oscuras generan pánico nacional

Orlando Andrade, columnista.

Por: Orlando Andrade Gallardo

 

Después de dos meses de atención médica especializada, falleció el senador  Miguel Uribe  Turbay como consecuencia del atentado sicarial  en la capital de la República, su muerte conmovió al país por la forma como fue  asesinado el joven político y los antecedentes históricos sobre la muerte de su madre, Diana Turbay. Las muertes de colombianos duelen a todos los connacionales, no importa su condición social y económica, aun peor cuando el atentado es por pensar diferente y pertenecer a un sector político distinto. La asistencia masiva al funeral  demuestra que  en Colombia aún no se ha perdido  el sentimiento más noble de los seres humanos, y es el momento de agruparnos para identificar los sujetos que están atentando contra la seguridad ciudadana y evitar más crímenes. Algunos están identificados por quienes  los acompañaron en sus fechorías, pero  el temor y amenazas de esos personajes siniestros, no  permiten que se conozca la verdad.  El punto no es responder con retaliaciones y venganza, sino conocerlos para detener sus impulsos destructivos,  encerrarlos en las cárceles  y no continúen haciendo más daño. El otro punto es no alterarse con palabras hirientes, maltratando al contrario, en la mayoría de los casos es desgastante y  sin resultados. Debemos esforzarnos para conocer los orígenes  del  problema y enfrentarlos con decisión, primero es saber las causas del fenómeno y cómo afecta la sociedad; posteriormente solución y buscarles fórmulas de entendimiento, priorizando el diálogo.

En los funerales del candidato presidencial, fueron  muchas las voces que clamaban cesar los agravios, especialmente la esposa del senador que imploró al sector político donde pertenecía Miguel Uribe, continuara con el legado  de su esposo de comprensión y amor a la patria y no a la agresión. Otros familiares que tomaron el micrófono, solicitaron que se calmaran los ánimos y la justicia se encargara de juzgar a los responsables del  crimen,  el presidente del Congreso solicitó prudencia a sus compañeros políticos, que no actuaran irracionalmente contra la paz del país, señalando los contrarios con palabras hirientes. Con seguridad el pueblo colombiano desde todos los rincones acompaña este clamor para superar momentos de angustia que padece la nación, provocados por unos pocos que no aceptan en el poder a presidentes que no pertenezcan a su elite.

Paralelamente a las honras fúnebres del senador, se realizaba en Cartagena  el Foro de  la Andi y los invitados especiales eran una docena de candidatos a la Casa de Nariño, para que expresaran sus inquietudes políticas. El formato con el mismo guion de campañas pasadas, jalonar la economía, sin decir cómo, seguridad nacional, acabar con el narcotráfico, delincuencia común y pacificar el país, entre otros viejos discursos. Dos  candidatos, uno del sector ganadero y el cafetero marcaron la diferencia y violaron las peticiones de la viuda, prometieron armar a las fuerzas  militares con drones y demás tecnologías para perseguir a los delincuentes en todos los rincones del país, reforzarán las fuerzas militares con más unidades de combate y nada de diálogos. De todo esto, surge la pregunta, ¿será que los candidatos conocen cuáles son las verdaderas causas del conflicto en Colombia? Los científicos sociales señalan la acumulación de capital en pocas manos,  tal como lo explicó el presidente Petro  en la conferencia de septiembre sobre la vida y medio ambiente en Chicago. El segundo tomo de los tres libros de Karl Marx,  habla sobre el tema, ilustrados con gráficas, como el capital se convierte en mercancía utilizando la fuerza laboral, plusvalía y ganancia, este ciclo se repite constantemente hasta acumularse el capital en pocas manos.

Qué sucede cuando se presenta este fenómeno económico, que los economistas más famosos como Adam Smith, defensor de la libertad de mercado y el inglés judío David Ricardo no investigaron? genera pobreza, hambre y desigualdades, lo que conlleva a la violencia, arrebato y vehemencia. Sin hacerle apología al delito, pongámonos por unos instantes en los zapatos de algunos de los personajes que padecen estas dificultades. Sin discusión,  estos deben ser los temas de los aspirantes a altos cargos de elección popular y no pretender confundir al electorado con la carreta populista de atender la inversión social, sin saber cómo. En el mundo intelectual de cambio, transformaciones, paradigma, surgió el pensamiento de la economía política y Marx alcanzó a interpretar a Hegel sobre el concepto de Capital, es la razón de haber escrito la magna obra con Federico Engels. Concluimos con el interrogante que  si el hambre, la indiferencia, y la pobreza, son las causas de tanta violencia, Fals Borda en el Origen de la violencia en Colombia y en el segundo tomo del Capital, se encuentran las respuestas.