[EDITORIAL] La Segunda Marquetalia y el caso Miguel Turbay

Miguel Uribe Turbay.

No cabe duda que la desaparición   de un personaje de la categoría de Miguel Uribe Turbay –q.e.p.d., siempre dejará en el ambiente un sinnúmero de dudas y conjeturas en la mayor parte de la ciudadanía, independientemente al color de la bandera de su partido político.

A pesar de que la Fiscalía General  aún no tiene una línea concluyente sobre el asesinato del senador Uribe Turbay, sí se avizora en el ambiente un avance respecto a varias certezas, una de ellas consiste en que el lamentable crimen se cometió debido al alto perfil político, teniendo en cuenta que desde ya se avizoraba como una de las principales figuras de la oposición en el Congreso y que aspiraba a la candidatura presidencial como candidato del Centro Democrático.

Al respecto, el presidente Gustavo Petro ya había asegurado que tanto al ELN como a la Segunda Marquetalia –grupos de los que se ha dicho que tienen la protección del régimen de Nicolás Maduro–, podrían estar involucrados en el referido magnicidio.

Asi mismo, el presidente Petro se refirió al tema, al responder a una publicación de Antonio García, uno de los comandantes del Eln, quien negó que ese grupo haya estado detrás del homicidio de Miguel Uribe Turbay.

El presidente Petro dijo que no ha acusado al ELN del crimen de Uribe Turbay y afirmó que por el contrario, las investigaciones apuntan a que la responsable fue la Segunda Marquetalia.

Según el mandatario de los colombianos, los dos grupos conceptúan que la invasión les permitiría «adueñarse de más riquezas ilícitas en los territorios de los dos países”. De acuerdo con lo manifestado por el Presidente.

Lo que retumba en el ambiente es que tanto el ELN como la Segunda Marquetalia se encuentran en guerra abierta contra su Gobierno, con disputas centradas en el control de economías ilícitas y con operaciones en ambos lados de la frontera colombo-venezolana.

Se cree que algunos sectores de Colombia, Venezuela y EE.UU, presionan esta aventura violenta, que no solo molestaría a Maduro, sino que dejaría una herida abierta en Latinoamérica, en la antigua Gran Colombia, imborrable por generaciones entre pueblos hermanos.

Por todo lo anteriormente relatado, se concluye que la ruptura de los diálogos de paz entre el Gobierno y la Segunda Marquetalia se formalizó con la Resolución 202 del 9 de julio de 2025, marcando el fin de un proceso que había iniciado a mediados del año anterior y que se tensó de manera irreversible, lo cual generó consecuencias inmediatas, teniendo en cuenta que la Fiscalía General reactivó las órdenes de captura contra varios de los principales cabecillas de la disidencia de las Farc, liderada por Luciano Marín, más conocido como ‘Iván Márquez’.

Todas estas series de circunstancias causan más confusiones y ahondan el temor entre la ciudadanía ante la impunidad que pueda rodear el crimen del senador Miguel Uribe. Sobre todo cuando ahora el presidente Gustavo Petro desmiente el que haya sindicado al ELN en su posible participación en el ataque sicarial y a cambio enfila su atención hacia la Segunda Marquetalia, por sus antecedentes de amenazas a personalidades del país.

La situación se torna complicada y le corresponderá a la Fiscalía General agudizar sus acciones de inteligencia e investigativas para ir descubriendo nuevas pistas que faciliten saber quiénes están detrás de este magnicidio.

Lo que espera el país es decisión y férrea voluntad para proseguir con esa labor, porque lo cierto es que la muerte del senador Uribe Turbay no debe quedar en la impunidad, como lamentablemente ha ocurrido con tantos otros líderes asesinados, a lo largo de los años en Colombia.