¿Cómo reconocer las señales del final de la vida?

Tal como lo aseguran los expertos, conocer los signos de este proceso ayuda a las familias a enfocarse en el acompañamiento emocional del paciente, aliviando el temor que suele rodear los últimos momentos de vida.

Redacción Sociales
LA LIBERTAD

Hablar sobre la muerte nunca resulta sencillo. Socialmente, suele estar rodeada de miedo, incertidumbre y silencios incómodos que dificultan comprender cómo se desarrollan los últimos momentos de vida.
Sin embargo, los especialistas en cuidados paliativos coinciden en que conocer las señales de este proceso puede ayudar tanto a los pacientes como a sus familias a enfrentarlo con mayor serenidad.
Los cuidados paliativos no buscan alargar innecesariamente la vida ni acelerar la muerte, sino brindar dignidad, alivio del sufrimiento y acompañamiento integral a quienes atraviesan enfermedades avanzadas. En ese contexto, comprender las etapas finales permite transformar el temor en aceptación y preparar emocionalmente a los seres queridos.
Una de las voces más influyentes en este campo es la de Julie McFadden, enfermera especializada en cuidados paliativos y autora del libro ‘Nada que temer: Desmitificando la muerte para vivir más plenamente’.
McFadden ha ganado gran notoriedad en redes sociales, especialmente en TikTok, donde supera los 1,7 millones de seguidores. A través de videos educativos, aborda el proceso de la muerte con un lenguaje cercano y pedagógico, derribando mitos y brindando claridad sobre un tema que suele generar angustia.
En una de sus publicaciones más recientes, explicó las tres señales más comunes que pueden presentarse en las últimas 24 horas de vida de un paciente.
1. El ruido de la muerte: se trata de un gorgoteo o ronquido producido por la acumulación de secreciones en la garganta, ya que el paciente pierde la capacidad de tragar o toser.
Aunque el sonido puede resultar angustiante para los familiares, McFadden enfatiza que no causa dolor y que es parte natural del proceso.
2. La respiración agonizante: en esta fase, el patrón respiratorio cambia de forma notoria. La respiración se vuelve lenta, irregular, con pausas prolongadas y suspiros intensificados; este signo refleja la disminución de la capacidad de oxigenación y es uno de los indicadores más evidentes de que la muerte está próxima.
3. La mirada de la muerte: se produce cuando el paciente, generalmente inconsciente, permanece con los ojos y la boca abiertos, mostrando una expresión fija y desenfocada. Aun así, la especialista sostiene que en ese estado puede existir cierta percepción de la presencia de los seres queridos.
Además de los signos físicos, expertos en cuidados paliativos destacan que, en casos, las personas que atraviesan sus últimas horas experimentan un proceso de desvinculación gradual del entorno. Esto puede manifestarse en un menor interés por la comida, el sueño prolongado o la disminución de la interacción verbal.
Algunos pacientes incluso suelen tener momentos de lucidez inesperada poco antes del desenlace, lo que se conoce como ‘rally terminal’, un breve instante de claridad que les permite despedirse.

El proceso no siempre sigue un patrón
Es importante subrayar que estas señales no aparecen en todos los casos. Hay personas que fallecen de manera repentina sin presentar síntomas previos, mientras que otras pueden mostrar solo algunas de estas manifestaciones.
Lo fundamental, explica McFadden, es que conocer estas señales no debe generar miedo, sino servir como una guía para enfocar el acompañamiento emocional, garantizando un entorno de calma y amor en el que el paciente se sienta acompañado hasta el final.

Recomendaciones para las familias
Los especialistas en cuidados paliativos sugieren algunas recomendaciones para quienes acompañan a un ser querido en procesos difíciles:
• Escuchar y estar presente: la compañía silenciosa y afectuosa suele ser más valiosa que las palabras.
• Mantener contacto físico: tomar la mano o acariciar suavemente brinda tranquilidad.
• Respetar los deseos del paciente: si expresó voluntades anticipadas, es esencial cumplirlas.
• Crear un ambiente sereno: música suave, luz tenue y un clima de paz ayudan a reducir la ansiedad.
• Buscar apoyo profesional: contar con un equipo de cuidados paliativos puede facilitar el manejo del dolor y del sufrimiento emocional.
Lejos de ser un tema tabú, la muerte es una etapa inevitable de la vida. Comprender sus manifestaciones permite a las familias transformar la angustia en preparación y la tristeza en acompañamiento amoroso.