Empresas en Colombia regresan al carbón por escasez de gas natural: panorama crítico podría agudizarse en 2026

En medio del proceso de transición energética que impulsa el país, un fenómeno paradójico empieza a preocupar: varias empresas están recurriendo nuevamente al carbón como fuente de generación, debido a la falta de gas natural en Colombia.

De acuerdo con reportes del sector, la situación ya genera impactos visibles. Empresas Públicas de Medellín (EPM) se vio obligada a retirar del sistema una termoeléctrica porque no consiguió el gas necesario para operar. Este hecho refleja el desbalance que afronta la matriz energética y que podría agravarse en los próximos años.

Expertos advierten que, si no se adoptan medidas de abastecimiento y diversificación, el panorama hacia 2026 podría ser aún más complejo, con un mayor retroceso en los objetivos de descarbonización y una dependencia forzada de fuentes más contaminantes.

La falta de gas natural no solo está afectando a los hogares sino también a las empresas que operan en el país, ya que necesitan este combustible para generar energía eléctrica y el vapor que usan en sus procesos industriales.

Por esta situación, muchas empresas se han visto obligadas a usar nuevamente carbón, según alertó Sandra Fonseca, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía).
Por más de 15 años se convenció a la industria de que se tenía que pasar al gas natural. Afortunadamente no cerraron las calderas a carbón y ahora están consumiendo el máximo de carbón posible, así suene ilógico en un proceso de transición energética”, aseguró.

La escasez de gas natural en Colombia se puede evidenciar en la caída constante que ha tenido la producción nacional este año. Según datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en junio llegó a 793 millones de pies cúbicos día (mpcd).

La producción bajó 18,5 % frente a junio de 2024 y es la más baja desde 2014. Ante esta disminución, el país ha respondido con importaciones, que en junio aumentaron 6,5 %, alcanzando los 187,5 mpcd frente a los 176,0 mpcd de mayo.

“Hay un desinterés industrial por el gas natural porque sencillamente no hay ninguna posibilidad de considerar expansiones o una mayor demanda. Eso ya está por fuera de cualquier discusión”, manifestó Fonseca.

El panorama futuro tampoco es alentador. Rodolfo Anaya, presidente del Grupo Vanti, advirtió que el 2026 será crítico si no se corrigen los problemas de abastecimiento. “Esto se complicó y no lo estamos atendiendo correctamente”, aseguró.

De hecho, Vanti anticipa que en 2026 perderá cerca del 8 % de su demanda no regulada (industria y comercio) y que en 2025 tendrá que importar el 50 % del gas natural necesario para atender a sus clientes en Bogotá, Cundinamarca, Boyacá, Santander y Cesar.

Analistas del sector advierten que la coyuntura no solo encarece la generación de energía, sino que también genera un retroceso ambiental al reactivar el uso de combustibles fósiles más contaminantes como el carbón, lo que contradice los compromisos de transición energética.

El debate ahora se centra en la necesidad de nuevas exploraciones, infraestructura de regasificación y acuerdos internacionales de suministro, sin los cuales Colombia podría enfrentar un escenario de déficit energético en los próximos dos años.

El debate se centra ahora en cómo garantizar la seguridad energética del país mientras se avanza en la transición hacia energías limpias, un reto que enfrenta dificultades técnicas, económicas y de planeación.