Cúcuta despide a Fabio, el joven que se casó en un hospital antes de partir

En Cúcuta, la vida escribió una de esas historias que parecen sacadas de una película: la de Fabio Alexander Rangel, un joven paciente del Hospital Universitario Erasmo Meoz que, aun luchando contra una enfermedad implacable, decidió cumplir su más grande anhelo: casarse con el amor de su vida.

La ceremonia, celebrada hace apenas unos días en una sala del hospital, estuvo acompañada por familiares, personal médico y los hijos de la pareja. Entre lágrimas y sonrisas, los anillos sellaron un compromiso que trascendía la enfermedad, convirtiéndose en un símbolo de amor y esperanza que conmovió a toda la comunidad cucuteña.

Pero el destino fue breve. Pocas jornadas después de haber pronunciado el “sí, acepto”, Fabio falleció, dejando tras de sí un vacío profundo, aunque también una huella imborrable en quienes fueron testigos de su valentía.

Más allá de la tristeza, la historia de Fabio resalta la fuerza del amor en medio de la adversidad. Su boda en un hospital no fue solo un acto simbólico, sino una lección de vida: que incluso en los momentos más oscuros, el amor tiene la capacidad de iluminarlo todo.