Familiares y ciudadanos rindieron homenaje en la plaza de Soacha, mientras en los tribunales avanza el proceso contra exgenerales de la Policía y un exagente del DAS acusados de participar en el magnicidio.
Este domingo 18 de agosto se cumplen 36 años del asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento, el líder liberal conocido como el “Caudillo”, quien fue acribillado durante un acto de campaña en la plaza principal de Soacha en 1989. Su magnicidio, considerado uno de los más impactantes en la historia política del país, sigue marcando la memoria colectiva de los colombianos.

Cada año, en esta fecha, familiares, autoridades y ciudadanos realizan actos de conmemoración en diferentes ciudades. En Soacha, lugar del atentado, se llevan a cabo ofrendas florales, discursos y momentos de silencio en honor a la vida y legado de Galán, quien defendió con firmeza la democracia y luchó contra la corrupción y el narcotráfico.

Sin embargo, este año se evidenció un vacío institucional. La Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República no programó ninguna actividad oficial para la fecha, a pesar de que el artículo 2 de la ley que instituyó esta conmemoración establece la obligación del Gobierno Nacional de promover campañas de valores éticos y memoria sobre la labor de Galán.

Avance judicial del caso
En paralelo, la justicia colombiana continúa investigando las responsabilidades detrás del crimen. El pasado martes 12 de agosto inició el juicio contra los generales en retiro Óscar Peláez Carmona, quien en 1989 era director de la Dijín, y Argemiro Serna Arias, entonces segundo comandante de la Policía de Cundinamarca. También enfrenta proceso Héctor Ernesto Muñoz, alias La Bruja, exdetective del desaparecido DAS.
La Fiscalía General de la Nación acusa a los tres de ser coautores del delito de homicidio con fines terroristas, al señalar que en la planeación y ejecución del atentado participaron miembros del cartel de Medellín en alianza con agentes estatales del DAS y la Policía Nacional.

En el ataque no solo perdió la vida Galán, sino también sus escoltas Julio César Peñalosa y Santiago Cuervo; además resultó herido Pedro Nel Angulo Bonilla. En 2016, el Consejo de Estado determinó que el magnicidio de Galán fue un crimen de Estado, lo que refuerza la gravedad de la participación de estructuras oficiales en el atentado.
El proceso actual tomó impulso el 31 de mayo de 2021, cuando la Fiscalía 190 de la Dirección Especializada contra las Violaciones de Derechos Humanos profirió resolución de acusación contra Peláez Carmona y Serna Arias, decisión que fue ratificada en octubre de 2022 por la Fiscalía 95 Delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá.

Hoy, más de tres décadas después, el país recuerda no solo el legado de un líder asesinado, sino también la deuda histórica de verdad y justicia en torno a un crimen que transformó la política nacional y reveló la profunda penetración del narcotráfico en las instituciones estatales.
Y.A.












