Por Guillermo Nieto Molina
Casa de Palma y bahareque, volver a entrar en tu alma es vivir momentos idos, que la nostalgia rescata, y desempolva de la memoria.
Casa de Palma, donde vivían mis abuelos, siempre llena de alegría; los lujos nuestros era estrenar una escoba de monte, disfrutar de una totuma nueva de calabazo y estrenar cucharas de palo ,que hasta servían para tomar remedios.
Casa de Palma que hueles a hamacas limpias, a camas de lienzo blancas y olorosas, Casa de Palma hueles a rosales sembrados con cariño para recoger rosas para llevar al altar de la iglesia o regalar en un cumpleaños, casa de Palma, donde el agua de la tinaja refrescó la sed de la esperanza y nos alimento de sueños , para creer que en la vida todo se puede,casa de Palma que huele a carne asada, a chicharrón de cerdo, a queso a leche hervida,a mantequilla a tamarindo, a nispero, caimito, melones debajo de la literas que aromatízaban las habitaciones. Casa de palma que huele a dulce de guandú, de papaya verde, de jalea de guayaba, casa de Palma que huele a sancocho de rabo de costilla de carne salada.
Casa de Palma que por las tardes de tus rincones fluyen los polvos de olores suaves de la abuela, ese talco que respiro ahora al recordar el cuarto, en el tocador el talco grande que se veía en su etiqueta una mujer de espalda con una manta en el hombro. Casa de Palma de varios baúles, llenos de valijas valiosas como el olor a café a ropa limpia, aromatizadas con semillas de la planta flor de amor.
Casa de Palma de olor a jabón fino, a la colonia María farina, que se aplicaba mi abuelo después de la afeitada,
casa de Palma de hornilla imponente donde el fuego nunca se apagó como tu lampara de gas y aún vive encendido en mi memoria, los toldillos blancos e inmaculados en las épocas de invierno,para protegernos de los zancudos, el cuarto de san alejo donde vivían los murciélagos con los que aterrorizamos a primos y primas que venían de vacaciones. La canal de zinc por donde se recogía el agua lluvia, para guardar y hacer los granos, garbanzos, frijoles,lentejas. Casa de palma de taburetes fuertes que chirriaban anunciando los cambios de temperatura en el ambiente cuando sobre ellos nos sentamos. Casa de Palma cuando deseo volver a vivir en tu morada, allí aprendí que la vida es amor y en la esperanza de un mejor futuro se puede creer, para lograr las metas, casa de palma el tiempo nunca te destruirá, porque mientras viva te recordaré, por eso te escribo estás lineas para que al leerlas también nunca te olviden…