Por: Álvaro Cotes Córdoba
La política es un juego de ajedrez.
Hace días llegaron unos funcionarios del gobierno de Trump. Se sentaron a hablar hasta con Uribe en su prisión domiciliaria y, para no despertar malicia, hablaron también con Petro.
Paralelamente, Cabal, Paloma y otros dos pre candidatos por el CD, hacían una rueda de prensa donde se proclamaban oficialmente los únicos precandidatos, nada de travesti, camuflado o santista recién llegado.
Resulta y pasa que después de que los funcionarios gringos hablaron con el condenado de Uribe, este salió diciendo en su cuenta de X, que veía al «santista recién llegado», o sea a Pinzón, con buenos ojos para ser el candidato de CD. ¿No es difícil suponer que Trump de pronto le impuso a Uribe su candidato?