La violencia contra líderes sociales en Colombia sigue siendo una grave preocupación. Así lo advirtió el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), que reveló que, en los últimos tres años, 439 defensores de derechos humanos han sido asesinados en el país.
El informe, acompañado por un mapa detallado, muestra que los crímenes se concentran en zonas marcadas por conflictos armados y economías ilegales, como Cauca, Antioquia y Nariño. Estas regiones siguen siendo epicentros de disputa entre grupos armados ilegales, que ven en los líderes comunitarios una amenaza para su control territorial.
Solo en 2023, se registraron 165 asesinatos, cifra que se elevó a 173 en 2024. En lo que va de 2025, Indepaz ha contabilizado 101 casos, manteniendo la tendencia alarmante de años anteriores.
El caso más reciente fue el de Álvaro Roncancio, líder social asesinado en el centro de Palmira (Valle del Cauca) tras ser atacado por sicarios mientras conducía su vehículo. Según informó el director de Indepaz, Leonardo González, Roncancio había denunciado amenazas y fue desplazado previamente de la zona rural donde residía.
La Defensoría del Pueblo ya había emitido una alerta temprana en 2024 advirtiendo sobre los riesgos para los líderes en Palmira, especialmente en áreas donde operan estructuras armadas ilegales que buscan imponer su control.
“Exigimos a las autoridades esclarecer este y todos los casos, llevar a los responsables ante la justicia y garantizar condiciones reales de protección para quienes defienden la vida, la paz y el territorio”, declaró González.
El informe vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de fortalecer la protección a los líderes sociales y garantizar que su labor se realice sin miedo ni violencia, especialmente en las regiones más golpeadas por el conflicto armado y el abandono estatal.