A sus 23 años, Juliana Andrea Guerrero Jiménez, oriunda de Codazzi, Cesar, ya se ha ganado un lugar en el centro del debate político nacional. La Presidencia de la República confirmó en la noche del 14 de agosto su designación como viceministra para la Juventud, pero el anuncio no vino acompañado de aplausos sino de controversia.
Guerrero, exasesora del Ministerio del Interior, reemplazará a Pablo Zabala en el Ministerio de la Igualdad. Su hoja de vida, publicada oficialmente, revela estudios técnicos y tecnológicos en gestión contable y contabilización de operaciones comerciales, pero también alimenta las críticas sobre su experiencia para el alto cargo.
La polémica creció tras revelaciones de la revista Cambio, que señaló que Guerrero y su hermana Verónica habrían utilizado aviones oficiales y adelantado gestiones en el Ministerio de la Igualdad antes de la posesión. En audios conocidos por el medio, se escucha a las hermanas hablando de frenar toda contratación: “Solicitar que ningún contrato laboral sale, ni una OPS, y nada de contratar. Sí, pero igual hay que dejar la salvedad que todo se para”.
En medio de la polémica, el presidente Gustavo Petro salió en su defensa, asegurando que la juventud y la procedencia popular no deberían ser vistas como obstáculos. “Me parece que ver mujeres jóvenes, rebeldes y populares y de color, es una tragedia. Claro que por jóvenes deberían tener menos estudios que un viejo, pero hay viejos que no leen”, dijo el mandatario.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, fue más escueto: “Yo la nombro porque me toca firmar el nombramiento”, afirmó en entrevista con la W.
Entre cuestionamientos por su trayectoria y el respaldo directo del presidente, Juliana Guerrero asume el cargo con un reto doble: liderar las políticas para la juventud y disipar las dudas que acompañan su llegada al Ministerio de la Igualdad.