Refuerzos policiales frenan avance de la extorsión en el área metropolitana

*Así mismo, Jiménez destaca que el refuerzo de la fuerza pública y las campañas de denuncia han permitido que el 70% de los negocios cerrados por extorsión reabran en Barranquilla, Soledad y Malambo, aunque el delito persiste y se desplaza entre distintas zonas.

El presidente de la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco), Orlando Jiménez, aseguró que la extorsión sigue siendo un flagelo que desde hace más de seis años golpea a comerciantes de Barranquilla, Soledad y Malambo, con afectaciones económicas, físicas y mentales. Recordó que entre 2019 y 2022 se registró el cierre de unos 400 negocios, en su mayoría micro y pequeños, especialmente tiendas, panaderías, refresquerías, misceláneas, ferreterías y peluquerías.

Destacó que desde hace 15 a 20 meses las autoridades han fortalecido la estrategia contra este delito con más pie de fuerza, logística, tecnología e inteligencia, además de campañas en espacios públicos para incentivar las denuncias. Esto ha generado un aumento en los reportes y que muchos comerciantes pierdan el miedo, incluso reabriendo sus negocios tras capturas y acompañamiento policial.

Según Jiménez, cerca del 70% de los locales cerrados en los últimos meses han vuelto a abrir, aunque alrededor del 30% sigue inactivo. Señaló que la zona suroriente de Barranquilla, que incluye barrios como San Roque, Chiquinquirá, Montes, Las Nieves y Simón Bolívar, es la más afectada.

Sobre la tendencia del último año, sostuvo: “la extorsión pues para mí ha disminuido… porque si vemos que entre el 2019 y 2022 se cerraron cuatrocientos negocios a partir de esa fecha eh no no siguió el mismo auge de cierre de negocios; incluso en los últimos 20 meses los negocios que se cierran duran cerrados un mes, dos o tres meses… en ese orden el setenta por ciento de estos negocios que se han cerrado en los últimos 20 meses han vuelto a abrirlos; de pronto demoran un tiempo cerrados pero los vuelven a abrir, queda ahí un treinta por ciento que podemos estar hablando de que en estos últimos veinte meses el cierre han sido unas cien… pero que eh setenta de ellos se han vuelto a abrir al público, que quedan unos treinta ahí como en expectativa”.

Y concluyó: “la problemática no es tan fuerte quizás como tan agresiva como fue en un principio, pero se mantiene todavía. Surge en un sector, surge en una localidad, la autoridad la controla y vuelve y surge por allá en otra o o de pronto en Soledad o en Malambo”.

Aunque reconoce que la problemática no es tan agresiva como antes, advirtió que la extorsión se desplaza a diferentes sectores del área metropolitana: cuando las autoridades controlan un punto, el delito reaparece en otro, lo que hace más difícil erradicarlo por completo.