*Habitantes del barrio Villa Felicidad denuncian abandono institucional y priorización de fiestas sobre necesidades básicas. *Piden soluciones urgentes para el suministro de agua potable.
Más de 300 familias del barrio Villa Felicidad enfrentan una grave crisis por la falta de agua potable, situación que, según los vecinos, se ha prolongado durante semanas sin una respuesta efectiva por parte de la administración del municipio de Manatí.
Los habitantes aseguran que, mientras la alcaldesa Yaneris Acuña participa activamente en la organización de eventos festivos, como las fiestas patronales y las actividades de carnaval, la problemática del agua sigue sin resolverse. “Siempre está lista para las fiestas, pero no para atender nuestras necesidades”, expresó una residente.
Aunque en los últimos días se enviaron carrotanques a distintos sectores del municipio, varios vecinos denunciaron que llevaban más de dos semanas sin recibir este servicio. La falta de agua afecta especialmente a niños y adultos mayores, quienes enfrentan dificultades para su aseo personal, la preparación de alimentos y el consumo diario.
Algunas familias se han visto obligadas a comprar agua para cubrir sus necesidades, pero aseguran que el ingreso diario no les alcanza para costear este gasto adicional, lo que reduce el presupuesto destinado a alimentación y otras prioridades. La comunidad exige soluciones inmediatas y un compromiso real de la administración municipal para garantizar un servicio básico que consideran un derecho fundamental.