Después de casi seis años de espera, la familia de Darley María Guzmán Pérez recibió una noticia que mezcla alivio y frustración. Un juez condenó a Gustavo Adolfo Yepes Genes a 34 años y 2 meses de prisión por feminicidio y porte ilegal de armas, al comprobarse que fue el sicario que le quitó la vida el 26 de noviembre de 2019, en el barrio La Magdalena de Barranquilla.
La sentencia, sin embargo, llega con una paradoja: Yepes está en libertad desde hace dos años, tras beneficiarse por vencimiento de términos en el proceso. El juzgado ordenó nuevamente su captura, pero hasta ahora no ha sido detenido.
Para Milena Guzmán, hermana de la víctima, la decisión judicial es solo una victoria parcial. “Han pasado seis años y gracias a Dios fue condenado. Estoy satisfecha, pero tenemos sentimientos encontrados porque ya no está con nosotros mi hermana. Por lo menos se hizo justicia”, expresó.
El día del crimen, Darley fue abordada en vía pública por un hombre que se movilizaba como parrillero en una moto negra. El sicario la llamó por su nombre y le disparó dos veces, causándole la muerte en el acto.
Las investigaciones de la Fiscalía revelaron que el ataque fue un crimen pasional ordenado por la pareja de Darley, con quien ella había sufrido episodios de violencia intrafamiliar ese mismo año. Este hombre falleció en 2020, pero, según la familia, antes de morir habría ordenado el asesinato.
Mientras la orden de captura contra Yepes sigue sin cumplirse, la familia Guzmán exige que el caso no quede como otro ejemplo de impunidad y que el responsable material de la muerte de Darley cumpla la condena que la justicia le impuso.
