La calma habitual del barrio Las Casitas, en el municipio de Santo Tomás, se rompió abruptamente la mañana de este martes con un hallazgo que dejó a los vecinos entre la incredulidad y el miedo.
En una modesta casa ubicada en la carrera 8A con calle 13B, yacía sin vida Francisco Javier Rua Mejía, de 48 años, un hombre conocido en la zona por su dedicación a la santería. El silencio del lugar contrastaba con el desorden en la habitación: enseres y objetos esparcidos por el suelo, como si una pelea o un acto desesperado hubiera tenido lugar.
El reporte preliminar de la Policía de Atlántico indica que Francisco presentaba heridas en la región temporal y en la zona infraescapular, presuntamente provocadas con un arma cortopunzante. Las circunstancias, aún envueltas en sombras, alimentan el desconcierto entre quienes lo conocían y frecuentaban.
Vecinos aseguran que, aunque reservado, Francisco inspiraba respeto por sus prácticas espirituales y que nunca imaginaron que su historia terminaría de forma tan violenta.
Las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer las causas y dar con los responsables de este hecho que ha teñido de luto y misterio a Santo Tomás.
