Barranquilla se prepara para recibir a más de 2.000 visitantes y delegaciones de 46 países en la Olimpiada Mundial de Ajedrez Juvenil Sub-16, un evento que dejará millonarios ingresos y consolidará a la ciudad como referente deportivo internacional.
No se equivocó el presidente de la Federación Colombiana de Ajedrez, el huilense Weimar Muñoz, cuando pensó en Barranquilla como la sede de la Olimpiada Mundial de Ajedrez Juvenil Sub-16, la cual se inaugurará este sábado en la capital del Atlántico.
El compromiso de las autoridades de la ciudad, el interés de los medios de comunicación y un trabajo unificado con todo su equipo, harán del certamen un verdadero éxito.
“Sí, estamos muy contentos y trabajando mucho para que esto sea un éxito. Nos estamos moviendo en todos los aspectos, recibiendo el apoyo institucional necesario, con la idea de que podamos sacar adelante la olimpiada sin ningún inconveniente”, dice el presidente de la Federación, mientras que por su cabeza repasa cada detalle que coordina con su círculo más cercano.
Inversión multimillonaria
Para el dirigente, es un orgullo y un sueño cumplido el ver que Colombia es el primer país de toda América en celebrar este torneo. “Este es el evento de ajedrez más importante de los realizados en Colombia. Así me atrevo a decirlo. Para mí es importante. Creo que la idea es dejar una bonita huella. Yo estoy muy contento con lo que estamos haciendo, porque tenemos aquí una responsabilidad social: trabajar por los niños y las niñas. Y creo que vamos por buen camino”, expresó.
Y es que hacer un evento de esta envergadura no es nada fácil. Su costo es altísimo y hasta última hora se están buscando los recursos.
“Este evento está costando alrededor de unos 500.000 euros (unos 2.340 millones de pesos) y todavía estamos necesitando algunos recursos. La situación económica no está fácil en el país, especialmente por los recortes presupuestales en entidades oficiales, que han hecho que trabajemos un poco limitados, pero aspiramos a salir adelante con lo que tenemos. Afortunadamente, hemos recibido mucho apoyo del sector privado y, obviamente, de la Alcaldía de Barranquilla, del Ministerio del Deporte y del Comité Olímpico Colombiano, que se han puesto la camiseta para ayudarnos a sacar la olimpiada adelante”, comenta Weimar Muñoz.
Lo que deja a Barranquilla
Barranquilla le abrió las puertas al ajedrez mundial. La Alcaldía dijo sí a dar el apoyo necesario, mientras que el desarrollo de la ciudad, la infraestructura de la misma y el calor de su gente, son factores que, para el presidente de la Federación, harán de éste, un evento inolvidable.
Y destaca que, tras su realización, la ciudad se verá ampliamente beneficiada, gracias a los ingresos por la participación de más de 2.000 personas entre jugadores, entrenadores, miembros del equipo arbitral, acompañantes de los ajedrecistas y equipo de la federación local.
“Tenemos registrados, entre deportistas, capitanes y acompañantes, más de 1.000 personas. A ellos le podemos sumar las familias de los tableros colombianos, el staff, el equipo arbitral y el personal que trabaja con la organización, que, pienso, son alrededor de unas 150 personas a 200. Podemos estar llegando, en total, a tener más o menos unas 2.000 personas de fuera de Barranquilla”, cuenta.
Según sus cálculos, la Olimpiada Mundial de Ajedrez sub-16 le dejaría a la ciudad un alto ingreso. “Yo creo que este es un evento que, fácilmente, mueve en una semana alrededor de unos $5.000 millones para la ciudad”, dice el dirigente.
Las delegaciones de los 46 países participantes estarán llegando a la ciudad entre viernes y sábado.